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CUMBRE EUROPEA EN COPENHAGUE

Turquía acepta resignada la oferta de la UE para iniciar negociaciones de ingreso en 2005

Ankara presionó hasta el último minuto para arrancar una fecha más temprana

Turquía ha aceptado con cierta resignación la oferta de la UE para iniciar negociaciones de ingreso en 2005 tras una evaluación en diciembre de 2004. Las palabras incendiarias escuchadas desde Ankara se trocaron ayer en Copenhague por otras más realistas por parte del primer ministro, Abdulá Gul, y de Recep Tayyib Erdogan, líder del partido islámico moderado Justicia y Desarrollo. "Queremos entrar en la UE y vamos a continuar con el proceso de reformas democráticas al margen de este deseo", declaró Gul, quien hasta el último minuto presionó a Alemania y Francia para arrancar una fecha más temprana.

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"La fecha y el calendario no es lo que queríamos porque el nuevo Gobierno ha hecho grandes esfuerzos para cumplir los requisitos, pero vamos a demostrar que un país musulmán puede ser democrático", dijo Gul tras entrevistarse con el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller federal alemán, Gerhard Schröder.

Los Quince reconocen como muy positivo el paquete de medidas legislativas que contemplan la abolición de la pena, la lucha contra la tortura y el respeto a la minoría kurda: "La Unión reconoce la determinación del nuevo Gobierno a la hora de seguir avanzando en el camino de la reforma".

Gul y Erdogan culpan a París y Berlín de impedir, "por razones internas", una oferta más generosa. Chirac quería evitar a toda costa que el caso turco envenenara las elecciones europarlamentarias y las regionales francesas de junio de 2004. El mandatario francés alzó la voz en la cena del primer día de la cumbre cuando dijo a sus colegas que "Turquía está haciendo chantaje".

Para consumo interno, Erdogan acusó a la UE de "discriminación". "La fecha la tienen", afirmó el primer ministro británico, Tony Blair, "y se trata de un avance enorme después de más de cuatro décadas llamando a la puerta de Europa".

Cumplir los criterios

"La Unión alienta a Turquía a que prosiga con vigor su proceso de reformas. Si el Consejo Europeo de diciembre de 2004 decide, sobre la base de un informe y una recomendación de la Comisión, que Turquía cumple los criterios políticos de Copenhague, la Unión Europea iniciará negociaciones de adhesión con Turquía", reza uno de los puntos aprobados por los Quince.

El informe sobre la democratización del país se hará en verano de 2004, con el nuevo escenario de una UE a 25 y una Comisión que habrá asumido funciones en noviembre de ese año. La apertura de negociaciones podría ser durante los primeros seis meses de 2005, aunque en el texto se subraya que se hará "sin demora".

"No será más difícil discutirlo a 25 que a 15", aseguró el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, para rebajar los temores de Ankara de que surjan variables impredecibles o que, en el peor de los casos, la reunificación de Chipre no se haya producido para entonces.

En un claro mensaje a los turcos, la cumbre de Copenhague recoge una declaración conjunta de los Quince y los 10 nuevos socios, titulada Una sola Europa", que incluye el compromiso de que la ampliación tiene ya "una naturaleza irreversible". Además, los Quince aumentarán de forma notable la ayuda financiera, sufragada desde 2004 como "gastos de preadhesión", y reforzará la unión aduanera con Turquía.

Chipre no llegó a tiempo

Los Quince esperaron hasta las siete de la tarde recibir noticias positivas de las negociaciones que por separado mantuvo durante las pasadas 48 horas con el mediador de la ONU, Álvaro de Soto, con grecochipriotas y turcochipriotas. De Soto no logró cerrar ningún acuerdo aunque, según fuentes diplomáticas, "estuvo muy próximo". La ausencia del presidente turcochipriota, Raouf Denktash, hospitalizado de nuevo en Ankara, dificultó bastante las conversaciones. Sin embargo, las dos partes han aceptado proseguir los contactos con la voluntad de aprobar el plan de la ONU antes del 28 de febrero.

La presidencia danesa tenía preparado dos tipos de texto sobre Chipre, con o sin acuerdo. El acuerdo, lógicamente el mejor de los supuestos, habría significado bendecir en Copenhague la incorporación de Chipre como un solo país, amén de otorgar al deprimido territorio del norte, bajo control turco, un fuerte paquete de ayuda para su recuperación (273 millones de euros).

"Chipre será admitido como nuevo Estado miembro de la Unión", pero el Consejo Europeo "confirma su decidida preferencia por la adhesión de un Chipre reunificado", se lee en el texto final.

Tony Blair, flanqueado por Abdulá Gul (izquierda) y Recep Tayyib Erdogan, en Copenhague.
Tony Blair, flanqueado por Abdulá Gul (izquierda) y Recep Tayyib Erdogan, en Copenhague.ASSOCIATED PRESS

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