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Reportaje:LOS PUNTOS OSCUROS DEL 'PRESTIGE' / 3 | CATÁSTROFE ECOLÓGICA EN GALICIA

Rumbo Sur al abismo

"No puede haber ningún colega que aconsejase la trayectoria de alejamiento de la costa que siguió el 'Prestige", señalan los expertos

A las 04.20 del viernes 15, el comandante del helicóptero Helimer Cantábrico llama al Centro de Salvamento de Finisterre y avisa: "Mi tripulación lleva en estos momentos 24 horas sin dormir. Solicito autorización para el descanso preceptivo de 12 horas. Por cierto, creo que el barco está más escorado a estribor". La alarma se confirma una hora después. A las 05.25, el capitán del Ría de Vigo, el remolcador que tira del Prestige para alejarlo de la costa en dirección noroeste, informa a la torre de control: "El buque tiene abierta una raja bastante grande desde la bodega número dos a la número tres. Se encuentra a unos 35 metros por debajo de la línea de flotación. Lo que no sabemos es la profundidad que tiene".

"Es inexplicable la dirección que toma el barco dos días después de alejarse de Galicia"
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Hace ya más de dos días que el petrolero lleva perdiendo fuel frente a las costas de Galicia. Tras pasar toda la tarde del día 13 y la madrugada del 14 a la deriva, los remolcadores consiguen hacerse con él y llevarlo mar adentro. Las autoridades han descartado ofrecerle un puerto de abrigo, así que el objetivo es llevarlo lo más lejos posible. Por eso sorprende lo que ocurre entre las 07.30 y las 07.31. En ese minuto, justo antes del amanecer, el capitán del Ría de Vigo es avisado de que en ningún caso puede acercar al Prestige a menos de 61 millas de la costa. Sin embargo, unos segundos más tarde, su contestación es la siguiente: "Voy con rumbo sudoeste, porque el buque quiere alejarse hacia el sur, ya que desde Francia le han avisado de que se acerca mal tiempo".

Nadie hace nada por impedirlo. El petrolero empieza la última y más mortífera parte de su viaje, siempre hacia el sur, siempre soltando petróleo. Su cortejo lo forman varios remolcadores y la fragata Cataluña, que en ningún momento recibe órdenes de tierra para corregir el rumbo del petrolero y alejarlo de la costa. Se echa encima el fin de semana. A las 16.33 del viernes, el capitán Apostolos Mangouras solicita abandonar el barco.

En tierra, y cada uno por su lado, Federico Vilas Martín y Emilio Fernández Suárez empiezan a no entender nada de nada. Los dos son profesores de la Universidad de Vigo. El primero es geólogo marino y el segundo ecólogo marino. Como todo el mundo, van recibiendo noticias del barco a través de la prensa, que a su vez sólo tiene acceso a ellas con cuentagotas y distorsionadas, siempre a través del delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa. Nadie les ha consultado nada y, que ellos sepan, tampoco a ninguno de sus compañeros en la facultad de Ciencias del Mar.

"Lo primero que sentimos", rememora Federico Vilas, "fue una sensación de desconcierto. Tardas en reaccionar porque supones que los responsables gestores de la navegación tienen previsto un plan. En la medida que surgen las noticias en la prensa y ves que las autoridades deciden trasladar el buque hacia el oeste..., pues entonces, y sin haber estado en contacto, todos pensamos...".

-Alguien habrá detrás, tercia Emilio Fernández.

"Claro", continúa Federico Vila, "nos hicimos las mismas preguntas, ¿por qué será?, ¿tendrán alguna otra información?, ¿algún otro plan estratégico que con nuestras herramientas de trabajo desconocemos? Lo siguiente que pensamos fue: toda esa estela la podrán limpiar, porque las imágenes de satélite iniciales eran de un zigzag terrible. Pero, a continuación, cuando te fijas a qué punto va antes de que se parta, y dices, ¡pero si estamos por el sur del banco de Galicia! Y piensas que si eso se mete ahí abajo, el problema se va a agrandar".

Los días pasan y ninguna de las autoridades se hace acompañar en ningún momento de algún experto que avale su decisión. Vila y Fernández empiezan a recibir correos electrónicos de alumnos y colegas, extrañados todos por quién puede estar detrás de una decisión que todos califican de "disparate". Deciden esperar. "Pero como no surgen los informes científicos que avalen la decisión", explica Federico Vilas, "nuestra reacción es: ¡caramba!, nuestros colegas internacionales o nuestros alumnos van a creer que todos estamos en el mismo saco. Así que, en nuestra opinión y visto lo visto, no pedimos que digan quiénes son los que avalan ese informe, pero por lo menos que digan quiénes no lo avalamos". Así lo hacen. 67 expertos en el mar de la Universidad de Vigo suscriben un manifiesto contra la actuación del Gobierno. Se trata de profesores, investigadores y técnicos de los grupos de Geología, Marina, Oceanografía Física y Ecología Marina.

Ninguno de ellos puede entender la decisión de llevar el barco hacia el sur. Emilio Fernández dice categórico: "No puede haber ningún colega nuestro que haya aconsejado esto". Y se explica: "Nosotros entendemos que la decisión de llevarlo a puerto tiene problemas sociopolíticos. Pero cuando se toma la decisión de sacar el barco hacia océano abierto se toma rumbo noroeste y se mantiene durante dos días. Con el conocimiento de vientos y corrientes de la zona, de mantenerse ese rumbo, el efecto no sería como el de ahora. Sería mucho menor. Podemos llegar a entender que no se tome la decisión de meterlo en tierra y decidan alejarlo. Al barco lo alejan en una dirección que no es incorrecta los dos primeros días. Pero hay algo que es inexplicable: el rumbo sur del barco dos días después. La corriente en esa zona del norte de Portugal es como un embudo, agua oceánica que se pega a la costa y entra en forma de embudo hacia el norte. Y esa corriente continúa, gira en el noroeste de Galicia, entra por toda la costa cantábrica...".

- Y esparce el fuel como lo está esparciendo ahora, concluye Federico Vilas.

Esa corriente tiene un nombre:Corriente Navidad. La conoce muy bien Ramiro A. Varela, también profesor de la Universidad de Vigo. Ha formado, junto a otros colegas, el grupo de Oceanografía Física, que realiza investigación en masas de agua, corrientes, y desarrollo de modelos en Galicia.

"El nombre de corriente de Navidad", explica, "proviene, en los años 90 y posteriores, de investigadores ingleses, R. Pingree y colaboradores, debido a que es especialmente notable durante esta época, aunque recientemente no está claro que sea un fenómeno estacional. Es una corriente en dirección norte, cercana al talud continental, relativamente más cálida y salina que las aguas circundantes, y que se centra a una profundidad de entre 150 a 300 metros, alcanzando la superficie. La apreciamos desde septiembre-octubre hasta marzo-abril quizás formando una rama hacia el oeste que posteriormente retorna al sur. Al llegar a Finisterre gira hacia el este, penetrando en el Golfo de Vizcaya".

Es esa corriente la que está dejando el petróleo del Prestige en las costas de Galicia, de Asturias, de Cantabria, de Euskadi, de Francia... Cuando el Prestige se fue a pique, el profesor Federico Vilas se encontraba en Barcelona, asistiendo a un congreso. Al enterarse, una de sus colegas le dijo:

-El sitio donde se ha hundido es la puñeta.

-Pues sí, es la puñeta, respondió Vila.

O lo que es lo mismo, si todos los expertos saben del peligro de pasear un barco que pierde fuel por donde el Prestige fue paseado, ¿por qué el Gobierno lo permitió? ¿No consultó a ningún experto?

Un portavoz del Ministerio de Ciencia y Tecnología asegura que el ministro Josep Piqué facilitó al de Fomento, Francisco Álvarez- Cascos, diversos nombres de ingenieros navales del Instituto de Estudios Oceanográficos para que asesorasen sobre lo que estaba sucediendo en el Prestige. Esta colaboración, según la misma fuente, se produjo antes del hundimiento del Prestige. Preguntado por el nombre de quienes asesoraron en las primeras horas del accidente, el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, asiste el jueves día 5 en el Congreso y dice: "Hubo consultas técnicas, pero evidentemente no se pidieron ni a grandes consultings ni a grandes organismos por razones que creo que son perfectamente entendibles para cualquiera". "Sigue habiendo técnicos", añade Rajoy, "que dicen que era mejor alejarlo y otros que era mejor llevarlo a puerto. En ese momento, el Gobierno hizo lo que recomendaron los técnicos a los que se pidió asesoramiento". ¿Cuáles son sus nombres? Nadie lo sabe.

Los profesores de Vigo siguen perplejos. Recuerdan que el CSIC y el Instituto de Estudios Oceanográficos son dos centros consultores del Estado. ¿Los llamó alguien mientras el petrolero trastabillaba como un borracho frente a Muxía?.

Ahora ya es tarde. Un antiguo alumno del profesor Vilas le escribe un correo electrónico desde una universidad extranjera: "Estoy espantado de lo que estoy viendo en televisión. No sé si dejar esto y volverme". El profesor le responde: "Por mucho que te vuelvas no vas a arreglar lo que ya está hecho".

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