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La Diputación de Málaga aún no tiene el terreno para el museo del 27

Descartada la ubicación en el entorno del Museo Picasso

Casi tres años después de que la Junta se comprometiera con la Diputación Provincial de Málaga a apoyar la creación de un museo sobre la Generación del 27, el proyecto aún carece de sede y de programa de contenidos. Descartada la ubicación en un palacete próximo al Museo Picasso por su elevado precio, la Diputación espera tener en enero a su disposición los solares junto al Centro Cultural Provincial.

Según el diputado de Cultura, el socialista Fernando Centeno, el problema es que el Ayuntamiento aún no ha tasado la valoración de uno de los edificios adyacentes a la sede del Centro Cultural Provincial que se usará para la ampliación de éste y para la ubicación del museo. Centeno ha anunciado que en enero de 2003 estará fijado el justiprecio y se podrá realizar la permuta por unos terrenos que la Diputación tiene en Teatinos. En total, el organismo provincial dispondrá de unos 4.000 metros cuadrados, aunque no todos serán para el museo, cuyos propios promotores siempre han defendido que no debe tener grandes dimensiones.

La Diputación tuvo avanzadas conversaciones con los propietarios de un palacete de estilo barroco clasicista del siglo XVII ubicado en calle Granada, entre el Museo Picasso y la casa natal del pintor. El director del Centro Cultural Provincial, Lorenzo Saval, considera que esta localización hubiera sido "ideal, un sueño", porque permitiría que el museo de la Generación del 27 ocupara un lugar privilegiado en pleno corazón del circuito turístico-cultural de la ciudad.

En principio, propiedad y Diputación pactaron un precio de 1,081 millones de euros, aunque la primera aumentó después sus pretensiones y la operación fue desaconsejada por los servicios técnicos de la Diputación, que consideraron la oferta desmesurada. El edificio apenas disponía de 500 metros cuadrados, aunque con la posibilidad de ampliarlo con la adquisición de un caserón trasero que se encuentra en venta, aunque en muy deficiente estado.

Finalmente, la Diputación ha recuperado la idea primitiva de ubicar el museo de la Generación del 27 junto al Centro Cultural Provincial en calle Parras, próximo también a la casa natal de Picasso, según recuerda Fernando Centeno, pero sin ser ya un lugar de paso.

La creación del Museo de la Generación del 27 tiene como principales valedores al catedrático Eugenio Carmona y al propio Lorenzo Saval, sobrino nieto del poeta Emilio Prados, que lanzaron la idea en diciembre de 1999. En febrero del año 2000, la Junta se comprometió con la Diputación a financiar el proyecto, que fue incluido por Manuel Chaves en la oferta programática para Málaga de las elecciones autonómicas de marzo de 2000 junto al Centro de Emprendedores, ya en funcionamiento, al Centro Integral de Formación de la Industria del Ocio -en construcción-, y un estadio olímpico.

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Aún queda por concretar también el contenido del museo, que en principio solo cuenta con fondos propios de la Diputación, y para el que Saval contempla la convocatoria de un concurso.

Una imprenta convertida en fetiche

La tradición impresora de Málaga, donde un buen número de los poetas de la Generación del 27 publicaron sus primeros escritos, tiene un símbolo fundamental: la máquina monopol de Emilio Prados. Según Lorenzo Saval, director del Centro de la Generación del 27, la imprenta está llamada a ser el "gran fetiche" del futuro museo, e incluso podrá volver a funcionar para hacer ediciones de lujo y muy limitadas.La máquina, que en breve se exhibirá en el Centro Cultural Provincial, fue reencontrada en mayo de 2000 arrumbada en un garaje de un edificio de la Diputación. En 1984 formó parte de una exposición sobre la memoria gráfica de la imprenta Dardo en la Sociedad Económica de Amigos del País y durante esos seis años no se supo nada de ella. La idea de Saval es que, junto al resto de objetos comprados a la familia Andrade, última propietaria de la imprenta Dardo, desde la que Emilio Prados y Manuel Altolaguirre difundieron el trabajo literario de la prolífica generación, constituya el núcleo del museo.Y es que, según Saval, el museo debe tener un fuerte componente fetichista. "Queremos tener las plumas o las máquinas de escribir de los miembros de la generación, además de documentos manuscritos, primeras ediciones y fondos que ya tenemos en el centro". Según Saval existe un compromiso con familiares de los poetas para que donen objetos personales, entre ellos álbumes familiares con las que formar una fototeca. No será, según Saval, un museo al uso, sino un centro interactivo con clara vocación divulgativa. El historiador Eugenio Carmona, que defiende la vinculación con Málaga, aboga por que "el programa central del museo esté orientado a recuperar aquel encuentro de España con la modernidad abortado por la guerra", y reivindique las raíces que el movimiento tuvo.

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