Una red de 18.000 empleos en 2006

Alcanzar los 18.000 empleos directos en 2006, a una media 500 nuevos puestos cada año, es el objetivo del programa CRECE (Creación y Consolidación de Empresas) promovido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología con apoyo financiero del Fondo Social Europeo. El pasado fin de semana, las 3.000 firmas que forman el plan a través de Redepyme se reunieron en Madrid.

El programa de creación de pequeñas y medianas empresas de la EOI reúne a 3.000 empresas que dan empleo directo a 15.000 personas

Cecina y ahumados de conejos criados en Villaturiel (León); sistemas domóticos desarrollados en Cádiz que avisan al móvil si se produce un escape de agua o gas en el hogar; despesques tradicionales con degustación in situ de los productos de las salinas de San Fernando, en la misma provincia andaluza; complejos polivitamínicos antiedad creados por una empresa de cosmética de Zaragoza... La capacidad de sorpresa de los emprendedores españoles no tiene límites, como demuestran estos cuatro ejemplos de compañías de reciente creación. Todas ellas están integradas en Redepyme, la red surgida de los programas de creación y tutelaje de pequeñas y medianas empresas impartidos por la Escuela de Organización Industrial (EOI) desde 1989.

Según sus últimos datos, más de 3.000 empresas forman parte de esta red, que ha creado 15.000 empleos directos, a los que hay que añadir otros 40.000 indirectos, y tienen un volumen anual de negocio de 900 millones de euros.

Sus expectativas se detienen ahora en el horizonte del año 2006, llegado el cual esperan haber alcanzado las 3.600 compañías, los 18.000 empleos directos y unos 1.100 millones anuales de facturación. Sin embargo, la incertidumbre se cierne sobre lo que pasará a partir de esa fecha, cuando las subvenciones para formación y asesoramiento procedentes de los fondos europeos probablemente pasen a manos de los nuevos miembros de la Unión Europea (UE).

La inquietud no proviene sólo de los gestores de Redepyme y la EOI, sino que se expresó por boca del propio subsecretario de Ciencia y Tecnología, Tomás Pérez, quien en el transcurso del VII Congreso Redepyme manifestó claramente que el programa CRECE sólo tiene garantizada la subvención europea hasta 2006, después del cual "no sabemos cuáles serán los fondos que lleguen a España".

Mientras llega ese momento, los responsables de la Escuela de Organización Industrial no padecen las consecuencias de la actual crisis económica internacional, ya que, en palabras de Alfredo Fernández, director de desarrollo de la EOI, "las vocaciones empresariales aumentan en periodos de recesión".

Entre cuatro y seis empleados

De ahí que están convencidos de que podrán mantener un ritmo de creación de cien nuevas empresas al año hasta 2006, lo que se traducirá, al ser compañías básicamente familiares, en medio millar de nuevos puestos de trabajo anuales. Tal y como recordó Félix Santamaría, director de la EOI, la media por cada una de las firmas integradas en Redepyme oscila entre cuatro y seis trabajadores.

Con todo, en esta organización son conscientes de que la mortandad empresarial siempre acecha. De cada 20 proyectos que se presentan al asesoramiento de la EOI, sólo ocho sobreviven al cabo de tres años, si bien el porcentaje crece si se mide en función de las empresas finalmente creadas: cuatro de cada cinco subsisten al cabo de cinco años.

El apoyo de los especialistas en gestión comercial resulta crucial en ese periodo de arranque. Así lo atestiguan nuevos empresarios de formación y vocación química, como Luis Fernando Gómez, director comercial de Celinde Cosmetics; o procedentes del mundo de la electrónica, como Juan Enrique Quintero, uno de los dos creadores y empleados de Domoland; o familias curtidas en las matanzas de conejos, como la de Concepción Martínez, gerente de La Artesa; o jóvenes como Regla Ruiz, empeñada en recuperar la tradición artesana de Salina San Vicente, creando el Museo de la Sal y explotando los recursos alimentarios de la zona.

Todos ellos poseen pequeños negocios integrados en Redepyme, han pasado por los cursos de la EOI y valoran, casi al unísono, la capacitación empresarial que les han proporcionado, un ámbito que les era completamente extraño, así como la tutela que les siguen dando incluso cuando sus pequeñas empresas empiezan a disponer de espacio propio en el mercado.