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La Universidad de Granada crea un curso especial para opositores a jueces y fiscales

La alumnos podrán estudiar los temarios en común y optar a becas de ayuda

La Universidad de Granada y gran parte de los magistrados y jueces de la ciudad han decidido llevar a cabo una iniciativa pionera en Andalucía: ofrecer a los estudiantes que opositan para jueces y fiscales un lugar en la Facultad de Derecho en donde estudiar en común con la asesoría de un gran número de expertos en cada materia. Los opositores podrán, además, optar a becas en un curso de ayuda al estudio que durará dos años.

La iniciativa partió de la titular del juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Granada, Inmaculada Montalbán, que será la co-directora del proyecto y que conoció la experiencia que, desde hace cinco años, se lleva a cabo en Santiago de Compostela: los estudiantes de oposiciones a jueces y fiscales son asesorados por profesores universitarios y profesionales en lugar de tener que acudir a academias privadas o estudiar en casa por su cuenta. "Le conté la propuesta al decano de la Facultad de Derecho, José Miguel Zugaldía, y me dio todo el respaldo", explica Montalbán.

"Actualmente no hay ninguna oferta pública para que el alumnado de 5º curso de Derecho que quiera ser juez o fiscal pueda estudiar con asesoramiento", señala la juez. "Todo está en manos privadas y, al mismo tiempo, hay muchos temas que estudiar y muy pocas personas especializadas en cada uno de los temas".

Evitar el aislamiento

La propuesta de este tipo de cursos es que sean los profesores universitarios y jueces y fiscales especializados en cada uno de los temas los que impartan clases entre los opositores, lo que elevará sensiblemente el nivel de calidad del estudio. "Lo cierto es que este sistema ofrece muchas ventajas: evitamos, por un lado, el aislacionismo del opositor, ese quedarse días enteros en casa sin relacionarse con nadie y, además, se fomenta un proceso de socialización que fomenta que se discutan temas de actualidad y que los alumnos se ejerciten en las reglas de la lógica para evitar en el futuro que haya procesos judiciales incomprensibles".

El Curso de formación para el acceso a la carrera judicial, como se ha denominado el proyecto será inaugurado el 17 de diciembre por la consejera de Justicia de la Junta de Andalucía, Carmen Hermosín, aunque las clases comienzan el próximo día 11. En él se han matriculado 40 alumnos. El proyecto cuenta con subvenciones de la Junta de Andalucía, la Caja Rural y con la infraestructura de la Universidad de Granada. Más de una treintena de profesores y magistrados y jueces de la ciudad impartirán las clases.

La participación de la institución universitaria hace posible, además, que los alumnos puedan acceder a becas, lo que amplía las posibilidades para estudiantes que tengan pocos recursos económicos. Los alumnos, además, según indica la juez, tendrán un título universitario que acredita su aptitud.

"El resultado de la Universidad de Santiago ha sido francamente bueno", recuerda Montalbán. "Basta decir que los alumnos que han seguido estos cursos han recibido luego menciones especiales en los tribunales de oposición por su alto nivel".

A lo largo de los dos años que durará el curso, el alumno sigue un proceso de acumulación teórica de temas que son primero leídos, luego explicados y analizados por el redactor de esos temas y posteriormente expuestos por los alumnos ante el tutor. "Y esos tutores", dice Montalbán, "son magistrados y jueces en ejercicio". Otra de las novedades es que los estudiantes tendrán apoyo psicológico y serán formados en expresión oral.

"Ser lógicos y sensibles"

"Los futuros jueces deben conocer lo que es la sociedad actual, y los temas que preocupan a esa sociedad, como la violencia de género", señala la co-directora del Curso de formación para el acceso a la carrera judicial, Inmaculada Montalbán. "También deben saber comportarse como futuros en jueces en aspectos que son importantes, como cuál debe ser la relación con los medios de comunicación".El curso de formación estará muy pendiente de los temas de actualidad y de evitar que los estudiantes, cuando ya sean jueces, adopten resoluciones que alarman a la sociedad. "Cuando un opositor se pasa años con un mismo preparador, se quiera o no, al final termina adoptando parte de la ideología de ese preparador, que a veces puede resultar demasiado conservadora", explica Montalbán. "Al estar en contacto con diferentes tutores, con diferentes tutores, con otros alumnos, la formación es mucho más rica".Una de las pretensiones de la co-directora del proyecto es que la justicia del futuro "sea lógica y sea sensible" con problemas como el maltrato a la mujer o la inmigración. El hecho, además, de que los alumnos tengan acceso directo a jueces y fiscales en ejercicio hace que éstos puedan ir explicando sus experiencias personales y dándoles cuenta de la práctica diaria de la justicia, muy lejos a veces de la teoría.

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