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El Senado belga aprueba la clonación terapéutica de embriones humanos

El texto, que sigue el modelo británico, prohíbe tajantemente la implantación en una mujer

La cámara alta del Parlamento belga aprobó la noche del jueves una proposición de ley que autoriza a los investigadores a clonar embriones humanos con fines terapéuticos, es decir, para obtener células madre que en el futuro puedan trasplantarse a un paciente sin rechazo inmunológico. La clonación con fines reproductivos no estará permitida bajo ningún concepto. Cuando finalice el proceso de adopción del texto, Bélgica se convertirá en el segundo país de la Unión Europea que permita la clonación terapéutica, después de la iniciativa pionera del Reino Unido.

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El texto pasó el voto del Senado con una cómoda mayoría. Los artífices de la propuesta son dos senadores, uno socialista y el otro liberal. El respaldo mayoritario de la cámara alta al texto -39 votos a favor, 17 en contra y 8 abstenciones- augura que el último trámite legislativo en la Cámara de representantes pasará sin muchos apuros.

Los medios belgas no trataron ayer la noticia con mucho entusiasmo, entre otros motivos porque este tipo de decisiones no crean tanto debate social como en otros países. Y no es de extrañar, porque Bélgica es uno de los países europeos más avanzados en la adopción de medidas legales que, como la legalización de la eutanasia, han inflamado los ánimos sociales y políticos en otros sitios.

La proposición de ley adoptada por el Senado belga permite bajo ciertas condiciones la clonación de embriones con fines terapéuticos. También autoriza la investigación con embriones sobrantes de los tratamientos de fecundación in vitro, o incluso su generación por ese procedimiento, con el único propósito de investigar, en casos de absoluta necesidad en que no se cuente con embriones congelados sobrantes, o cuando su creación sea crucial para un importante avance científico.

Se creará asímismo una comisión federal para la investigación médica y científica para controlar las investigaciones sobre embriones. No se podrán utilizar los embriones clonados con fines comerciales.

La iniciativa belga sigue los pasos del Reino Unido, cuyo Parlamento aprobó la clonación terapéutica en diciembre de 2000, también por una amplia mayoría. La técnica también está permitida en Estados Unidos, pero sólo pueden experimentar con ella los laboratorios privados, ya que la Administración no concede fondos públicos para estos fines. La clonación con fines reproductivos está prohibida en todos los países occidentales.

La clonación terapéutica y la reproductiva se basan en los mismos principios técnicos. Ambas consisten en tomar un núcleo de una célula de un adulto (que contiene el genoma humano completo) e introducirlo en un óvulo al que previamente se ha extraído su propio núcleo. El resultado es un embrión clónico, es decir, genéticamente idéntico a la persona de la que se obtuvo el núcleo.

La idea es dejar desarrollar ese embrión durante dos semanas, hasta que consiste en una esfera de 100 o 200 células llamada blastocisto. Si ese blastocisto se implantara en el útero de una mujer, podría nacer un niño clónico. Ésta es la llamada clonación reproductiva, prohibida en todos los países occidentales y desaconsejada por todos los científicos solventes, debido al alto riesgo de malformaciones.

La clonación terapéutica consiste en destruir el blastocisto para obtener de él células madre. Cuando los científicos controlen con precisión estas células, podrán convertirlas en cualquier tejido adulto y trasplantarlo a un paciente. Como el embrión era un clon del paciente, los tejidos serán genéticamente idénticos a éste, y no serán rechazados por su sistema inmune.

La discusión política en España está aún varios pasos atrás de la iniciativa belga. En España no sólo está prohibida la clonación terapéutica, sino también cualquier investigación con embriones humanos, e incluso con células madre obtenidas de embriones sobrantes de los tratamientos de fecundación in vitro.

Australia acaba de dar un paso legal sobre esta última cuetión. El Senado de ese país dio luz verde el jueves, por una amplia mayoría de casi dos votos favorables por cada voto en contra, a un texto que permite investigar con células madre obtenidas de los embriones sobrantes congelados en las clínicas de reproducción asistida. Los observadores australianos prevén que la ley acabe su tramitación parlamentaria sin cambios a principios del año que viene. La ley australiana seguirá prohibiendo todo tipo de clonación.

Un embrión humano clónico obtenido en el hospital Kyonghee de Seúl, en la fase de cuatro células.
Un embrión humano clónico obtenido en el hospital Kyonghee de Seúl, en la fase de cuatro células.ASSOCIATED PRESS

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