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Bush cesa al ultraconservador Otto Reich como subsecretario de Estado para Latinoamérica

Otto Reich, subsecretario de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica cuyo controvertido nombramiento enfrentó a la Casa Blanca con el Congreso, ha cesado en su puesto. El presidente George W. Bush lo había nombrado hace un año mediante una orden ejecutiva al no contar con el respaldo del Congreso, pero Reich, ultraconservador de origen cubano, tampoco ha gozado de un gran apoyo de su jefe inmediato, Colin Powell. El silencio de la Casa Blanca sobre un posible nuevo destino ha desatado especulaciones sobre su futuro en la diplomacia norteamericana.

Aunque Reich continúa de momento en el Departamento de Estado como "asesor especial" de Powell para Latinoamérica, según fuentes citadas por el periódico El Nuevo Herald el presidente Bush "no presentará de nuevo su nominación" ante el subcomité de Relaciones Exteriores del Senado, cuando el nuevo Congreso reinicie en enero sus sesiones. "Su nominación seguirá contando con una fuerte oposición, incluso de prominentes republicanos, y Bush no querrá comenzar sus relaciones con el nuevo liderazgo del Senado con un tema tan conflictivo", indicó la fuente al periódico de Miami.

Otras fuentes consultadas por este periódico coinciden con esa valoración, señalando que el hecho de que Bush no le haya confirmado de manera automática es indicativo de las dudas sobre la conveniencia política de su candidatura. El portavoz del presidente, Ari Fleischer, rehúsa teorizar sobre la nominación pero asegura que Bush está "muy orgulloso" de la labor de Reich y lo considera un buen funcionario que "ha ayudado a democratizar Latinoamérica".

La desconfianza del Congreso se deriva del papel que Reich jugó en el escándalo Irán-Contra durante el Gobierno de Ronald Reagan. Una investigación de la Oficina de Contraloría del Congreso determinó a fines de los 80 que Reich trató de influir a la opinión pública a favor de la Contra nicaragüense con "propaganda encubierta prohibida", cuando era director de la Oficina de Diplomacia de EE UU. Y más recientemente también ha suscitado controversia su rápida aceptación de la renuncia del presidente Hugo Chávez tras el intento de golpe de Estado y su lentitud en defender la legitimidad democrática con que había sido elegido.

Reich fue embajador en Venezuela de 1986 a 1989 y no ha ocultado el desagrado que le produce Chávez, pero niega haber tenido algún tipo de influencia en la asonada inconstitucional. Reich, de 57 años, no es un diplomático de carrera; los puestos que ha ostentado en exteriores se los debe a sus credenciales ultraconservadoras, muy especialmente a su frontal oposición al levantamiento del embargo a Cuba.

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