De Palacio acusa a un piloto danés de no informar del deplorable estado del 'Prestige'
La Comisión Europea estudiará la creación de sanciones penales para negligencias en el mar
"El piloto danés vio que había anomalías , pero eso, desgraciadamente, lo hemos sabido después" , afirmó ayer la comisaria europea de Transportes y Energía, Loyola de Palacio. El piloto es Jens Joergen Thuesen. Dirigió el Prestige por aguas territoriales de Dinamarca durante tres días, entre el 6 y el 8 de noviembre, y comprobó que el estado del petrolero era tan lamentable que, una vez entregada su carga, debería ir al desguace. Sin embargo, declaró ayer De Palacio, Thuesen sólo manifestó su opinión 10 días más tarde, cuando el Prestige zozobraba ya frente a Galicia.
El Prestige, procedente de Letonia con 77.000 toneladas de fuel pesado, tuvo que rodear la península de Dinamarca por sus difíciles aguas territoriales. El piloto danés que se encargó del buque durante tres días se quedó asombrado del deplorable estado del petrolero, pero no lo denunció. Sólo cuando el viejo barco estaba a la deriva Thuesen reveló aquellas impresiones a la televisión pública de su país, el 21 de noviembre. Aseguró que el barco no debería haber recibido autorización para seguir navegando.
Thuesen agregó en una entrevista con el rotativo Jyllands Posten que el viejo petrolero de 26 años y un solo casco sólo valía para el desguace.
El piloto abandonó el Prestige, tras conducirlo por las aguas del Báltico hasta la altura de la ciudad de Grenna el día 8 de noviembre. Lo hizo con la certidumbre, afirma, de que el petrolero no superaría una inspección en puerto danés o de otro país europeo.
El presidente de la asociación danesa de pilotos de navío, Mogens von Jensen, explicó las razones del silencio de su colega. En unas declaraciones a la televisión pública dijo que denunciar el estado de los barcos puede tener consecuencias muy negativas para los pilotos, si los armadores deciden "evitar la utilización de los expertos del país".
Más propuestas
La Comisión Europea aprobó ayer, precisamente, una nueva batería de propuestas que los ministros de Transportes de los Quince estudiarán hoy y mañana para regular el tráfico marítimo, de forma que se eviten errores como los cometidos con el Prestige. "Grandes compañías petroleras (Repsol, British Petroleum, Total Fina y Galp) se negaron a utilizar el Prestige por su mal estado", dijo ayer Loyola de Palacio. "Como el fuel pesado es un producto barato se usan barcos baratos para transportarlo. Y el ahorro que hace la industria en estos transportes lo pagan luego los bretones y los gallegos, y eso no puede ser. La UE tiene que imponer una obligación clara. A productos más peligrosos, barcos más seguros".
Entre las nuevas medidas que propone ahora la Comisión Europea están la prohibición, de forma prácticamente inmediata (a partir de enero o febrero), de los petroleros monocasco que carguen fuel pesado y el establecimiento de una lista negra de buques a los que se podrá impedir la entrada en los puertos europeos.
Bruselas presenta ya una primera lista indicativa, con 65 barcos que surcan los mares y que han sufrido en los dos o tres últimos años más anomalías que la media.
Además, el Ejecutivo europeo quiere que la UE establezca responsabilidades y defina un tipo penal asociado a la negligencia grave en el mar. En términos generales, con las directivas que ya están en marcha, la Unión Europea va a poder ejercer un verdadero control sobre el tráfico marítimo, con obligación de intercambiar información (lo que habría sido crucial en el caso del piloto danés) y de suministrar tal información a un centro europeo.
"Ahora creemos que, probablemente, el barco sufrió una reparación en China hace un año y que tal reparación no se hizo adecuadamente", señala De Palacio en referencia al Prestige. La comisaria añade que la UE pretende reforzar la seguridad marítima en el ámbito europeo e internacional. "La próxima entrada en vigor de las medidas ya adoptadas en los llamados paquetes Erika supone un impulso espectacular", dijo ayer Loyola de Palacio.
"Nos falta concretar el asunto de la responsabilidad, el tipo penal y aumentar el monto máximo del fondo de indemnizaciones de las petroleras, pero ya será un gran avance la obligación de llevar cajas negras y que las autoridades portuarias tengan que seleccionar los barcos más peligrosos para someterlos a inspección. Y es espectacular que hayamos conseguido sacar adelante el reforzamiento de las autoridades portuarias, que en el futuro podrán retener un barco no sólo por las deficiencias observadas, sino también por las condiciones meteorológicas o por la carga. Porque ahora un capitán no sólo pone en riesgo su barco, su tripulación y su carga; también el medio ambiente, los países ribereños y a los ciudadanos".
Además de poner en marcha normas legislativas, la Comisión Europea quiere lanzar a la industria marítima un mensaje de colaboración mutua para que aquélla ayude, por ejemplo, a jubilar anticipadamente los barcos más peligrosos y para mejorar la información.
"No funcionaban correctamente ni el radar ni el sistema anticolisión"
Jens Joergen Thuesen, el piloto o práctico danés que estuvo a bordo del Prestige tres días junto a la costa de Dinamarca, declaró al periódico Jyllands Posten que el buque no estaba en condiciones de navegar porque no tenía en regla algunos de los principales sistemas de seguridad. "No funcionaban correctamente ni el radar ni el sistema anticolisión", aseguró.Theusen hizo esas declaraciones el 21 de noviembre, una semana después de que se abriera una vía de agua en el buque. "El barco estaba en muy mal estado. Las medidas de seguridad eran catastróficas", agregó.El piloto danés no pudo ser más contundente en su apreciación: "Si el Prestige hubiera ido a un puerto de Dinamarca, ya no hubiera recibido el permiso para volver a navegar". Es más, Theusen aseguró que el buque era tan viejo y estaba en tan mal estado que, en su opinión, sólo servía ya para llevarlo al desguace y convertirlo en chatarra.Pero Theusen, como confirmaron ayer fuentes danesas, no llegó a denunciar los hechos a las autoridades de su país, aunque lo estuvo pensando, porque, según explicó después, los capitanes de los barcos no contratarían a técnicos como él si sospecharan que iban a denunciar ese tipo de irregularidades. Los pilotos son contratados como prácticos para surcar unas aguas peligrosas por la proximidad a las costas y la escasa profundidad en determinadas áreas.El piloto danés insiste en que el mal estado del buque era más que suficiente como para impedir que saliera al mar. Por eso, asegura con rotundidad que nunca debiera haber recibido el permiso para navegar con su peligrosa carga.Thuesen permaneció a bordo del Prestige entre los días 6 y 8 de noviembre, y lo abandonó cuando el buque ya había bordeado de este a oeste la zona norte de Dinamarca para entrar el mar del Norte, tras dejar atrás el Báltico.
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