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Unas 500.000 personas están en lista de espera de las cuatro principales pruebas diagnósticas

El Defensor del Pueblo resalta el retraso en ecografías, mamografías, resonancias y TAC

Carlos E. Cué

El informe del Defensor del Pueblo sobre listas de espera deja claro que la situación es también grave en la espera por una prueba diagnóstica. El estudio analiza las cuatro más importantes: ecografía, mamografía, TAC y resonancia magnética. Los datos del antiguo Insalud (formado por 10 comunidades), los únicos fiables, dan un total de 198.288 personas esperando esas pruebas esenciales. Si se extrapola a todo el territorio nacional, algo que el informe hace con las esperas por consultas, la cifra ronda las 500.000 personas en espera de prueba diagnóstica.

Es muy difícil, y el estudio no lo logra, computar el total de personas que esperan más de 60 días, algo que se considera excesivo. Pero el informe Listas de espera en el Sistema Nacional de Salud, realizado en 2002, ofrece sobre todo datos de los hospitales del que era el territorio Insalud (Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, La Rioja, Madrid y Murcia) hasta enero pasado, que dan una idea de la magnitud del problema.

En el hospital Valdecilla de Santander, por ejemplo, había el 31 de diciembre de 2001 2.824 personas esperando una mamografía durante más de 60 días. Mientras, en hospital de Ciudad Real había 1.116 personas durante ese mismo tiempo aguardando para que les realizaran un TAC. Otros 1.308 pacientes del Doce de Octubre, en Madrid, ansiaban durante más de dos meses una resonancia magnética.

Esto en lo que se refiere a los datos oficiales, porque el informe aclara enseguida que, una vez analizados los datos facilitados por las comunidades autónomas y los obtenidos a través de la visita a 29 hospitales, se comprobó que había "tiempos de espera dilatados muy superiores a dos meses en centros que, según el Insalud, figuraban sin pacientes con demora superior a los 60 días".

Cuando se analiza la documentación de esta extensa investigación comunidad por comunidad, se comprueban datos mucho más preocupantes, según el Defensor del Pueblo. Por ejemplo, en el hospital de Córdoba había en el momento en que fue visitado 996 personas con una antigüedad superior a los cuatro meses en la espera para hacerse una mamografía.

Mala organización

En Aragón los datos tampoco son muy halagüeños. Hasta 11.131 personas esperaban a que les dieran una cita para una de las cuatro pruebas analizadas, aunque no se aclara durante cuánto tiempo. Estos fallos eran debidos en un 82% a causas atribuibles a la organización del servicio.

Cuando se produce una circunstancia especial, la situación se agrava, según el informe. En Baleares, en el centro de Son Dureta, había algunos menores y adultos con problemas de claustrofobia que necesitaban un TAC. Pero como hay que hacerlo de una forma especial, algunos de ellos llevaban esperando más de 10 meses para someterse a esa imprescindible prueba.

Otros ejemplos de la complicada situación con las listas diagnósticas se dan en el Hospital de Toledo, donde había 325 pacientes esperando una mamografía durante más de seis meses y otros 205 aguardaban una ecografía durante el mismo lapso.

Otras comunidades ofrecen muy pocos datos, con el objetivo de ocultar sus plazos de espera. Extremadura, por ejemplo, sólo dice que tenía a 9.692 personas esperando una de esas cuatro pruebas, pero no cuenta durante cuánto tiempo. En el Hospital de Cáceres se comprobó que había más de 100 personas esperando una mamografía durante más de seis meses. En Galicia había 28 personas buscando una ecografía entre seis meses y un año.

En el madrileño Doce de Octubre, uno de los hospitales más importantes de España, el análisis se amplía a otras pruebas diagnósticas además de las cuatro mencionadas. Y los datos son elocuentes: 15.470 personas, sólo en este centro, estaban durante más de cuatro meses esperando alguno de esas pruebas, 6.725 de ellas en mamografías. Pero si se analiza la demora máxima (que también ofrece el estudio) en una radiología simple, hay pacientes que llegan a aguardar 498 días (más de año y medio) y 459 en una eco doppler (por ultrasonidos). La situación mejora bastante en el hospital La Paz o el Gregorio Marañón, ambos en Madrid. Datos curiosos surgen también en Murcia, donde en el hospital de La Arrixaca la espera máxima en radiología de intervención llega hasta los 1.214 días (tres años y medio).

En otras comunidades, donde se presume que los datos no son positivos, se quedan sin aclarar los datos en el informe porque sus responsables no ofrecieron cifras sobre esta parte del estudio. Es el caso de Cataluña o la Comunidad Valenciana.

Cuatro técnicas esenciales

Las cuatro técnicas diagnósticas en las que se concentra el estudio son de una enorme utilidad médica, pero ésta se ve aminorada o anulada por las listas de espera excesivas. La mamografía permite a menudo detectar la formación de un tumor de mama en sus estados iniciales, antes de que sea posible palparlo, y esto la convierte en una técnica diagnóstica muy valiosa. La técnica es particularmente útil en las mujeres de más de 40 años, e incluso antes si la paciente tiene un riesgo elevado debido a los distintos factores de predisposición. Obviamente, todas estas ventajas de la mamografía se ven muy mermadas si las listas de espera se prolongan de forma excesiva.El TAC, o Tomografía Axial Computerizada, es una técnica radiológica para obtener imágenes precisas de los órganos internos, y puede usarse para ayudar al diagnóstico de numerosas enfermedades. Uno de sus usos más comunes es para explorar el cerebro en busca de tumores, bloqueos arteriales, alteraciones estructurales o daños neurológicos muy diversos. También se utiliza en otras partes del cuerpo cuando se sospecha la presencia de bloqueos en los vasos sanguíneos, aneurismas (debilitamientos de las paredes arteriales) o daños de varios tipos en cualquier órgano. Nuevamente, los retrasos excesivos en la aplicación de esta técnica diagnóstica tienen una difícil justificación médica.La resonancia magnética nuclear (RMN) es especialmente útil como un método diagnóstico no invasivo de diversos tipos de cáncer, y para seguir el curso de muchas dolencias sin necesidad de usar radiación. La ecografía se usa sobre todo para seguir el embarazo y sus complicaciones, pero también tiene utilidades diagnósticas en varias enfermedades.

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