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Reportaje:

El misterio de la Cueva del Tesoro

La Junta comprobará si hubo prospecciones ilegales en la cavidad de Rincón de la Victoria

Uno de los copropietarios de la Cueva del Tesoro, situada en el municipio malagueño de Rincón de la Victoria, en la zona de El Cantal, ha denunciado movimientos de tierra no autorizados en varias salas del interior de la cavidad, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía. Manuel Laza Zerón, que ostenta junto con sus cinco hermanas la titularidad de la cueva y forma parte del patronato que la rige, asegura que ni el Ayuntamiento de Rincón ni la Delegación de Cultura de la Junta han respondido a sus requerimientos de que se investigue lo que califica de "expolios". La concejal de Cultura de Rincón, Carmen Giráldez, niega que en la cavidad se haya producido intervención alguna. La delegada de Cultura, Rosa Torres, anunció el viernes que investigará la denuncia.

Manuel Laza se queja de que el patronato de las cuevas "no funciona"

El pasado 12 de febrero, Manuel Laza dirigió una carta a la titular de Cultura en el Ayuntamiento, Carmen Giráldez, en la que denunciaba que "en la cueva se han realizado ilegalmente prospecciones", y pedía que el Consistorio pusiera fin a las mismas, recordando que cualquier intervención en un BIC tenía que contar "con permiso por escrito de los propietarios y de la Junta de Andalucía". Tres meses más tarde, dirigió dos cartas a la delegada provincial de Cultura de la Junta, Rosario Torres. En la primera, fechada el 2 de mayo, pedía que la Junta se uniera al patronato de la cueva para "hacer más factible el control del BIC". En la segunda, registrada el 6 de mayo, mencionaba la existencia de "expolios detectados personalmente", de los que aseguraba tener documentación gráfica.

Laza, que acompañó durante décadas a su padre, el profesor Manuel Laza Palacio, en la búsqueda infructuosa de un tesoro árabe por las galerías de la cueva, sitúa las prospecciones ilegales en distintas salas: "En la conocida como Pozo del Higuerón aparecen dos grandes agujeros en la zona que da acceso a la galería de las pinturas rupestres descubiertas a principios de siglo por el abate Breuil, además de un tercero situado bajo una gran estalactita; en la Sala de la Virgen se observa un pozo en vertical con la infraestructura de una carretilla hidráulica. En la Sala de Marco Craso se ha horadado un pequeño divertículo en la pared que comparte con la Sala de la Virgen. Detrás del ascensor de entrada se ha reabierto una cueva virgen llena de coralina que mi padre cerró en su día, y en la entrada de la Sala del Águila, que tampoco excavó mi padre, hay una excavación que aumenta progresivamente", explica.

Laza se queja además de que el patronato de las cuevas, en el que representa a su familia, "no funciona" y no les "convoca a las reuniones". Añade que después de denunciar los supuestos expolios en la prensa local, el Ayuntamiento le ha prohibido el acceso libre a la gruta. Antes de que se produjera tal prohibición, EL PAÍS pudo acceder a las galerías y comprobar la existencia de movimientos de tierra, aunque no ha sido posible ubicar su finalidad o el momento en que fueron realizados.

La concejal de Cultura de Rincón, Carmen Giráldez, asegura que "la condición de BIC de la cueva obliga al Ayuntamiento a dar cuenta a la Delegación Provincial de Cultura de cualquier intervención", y añade que es "absolutamente falso" que se haya producido "intervención alguna". En cuanto a la prohibición a Laza de acceder a la cueva sin un permiso por escrito del Ayuntamiento y sin compañía de un guía, Giráldez dice que es "completamente lógica, porque hasta ahora el único que ha entrado en la cueva sin control es Manuel Laza, y es el único que ve los expolios". También asegura que a raíz de las denuncias de Laza "se efectuaron las comprobaciones oportunas", y que la familia "ha sido convocada siempre a las reuniones del patronato, aunque no siempre ha aparecido".

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La delegada de Cultura de la Junta, Rosario Torres, dijo que "en ningún momento la Junta ha tenido constancia de que se vayan a realizar prospecciones arqueológicas, y por eso no ha intervenido" . Torres anunció su intención de enviar a un grupo de técnicos de la Delegación para "comprobar si se han producido intervenciones no autorizadas", y recordó que es el patronato de las cuevas el órgano encargado de velar por el BIC.

Sobre la petición cursada por Manuel Laza para que la Junta se sumara al patronato, Torres indicó que no pudo atenderla "porque no se trataba de una petición oficial, sino a título particular", y añadió que en su momento notificó a Laza su intención de sumarse una vez que el patronato se lo pidiera.

Un patrimonio castigado

La Cueva del Tesoro, del Higuerón o del Suizo, aparece documentada por primera vez en el libro Conversaciones Históricas Malagueñas, publicado en 1789. En ese libro se habla de que la cavidad llegaba hasta el mar y que había un tesoro escondido en su interior por "cinco reyes mahometanos". La leyenda del tesoro llevó en 1847 al suizo Antonio de la Nari a dinamitar parte de las galerías en busca del oro. Se cree que murió aplastado por las rocas. En 1918, el abate Breuil, pionero en el estudio del arte rupestre, halló en la cavidad un buen número de pinturas prehistóricas. A mediados del siglo XX, el profesor malagueño Manuel Laza Palacio reinició la búsqueda del tesoro. Sólo encontró algunas monedas de oro, pero en sus excavaciones halló el rastro del suizo y abundantes restos arqueológicos. Laza, cuya familia aún mantiene la propiedad de la cueva, decidió abrirla al público en 1974, pero en 1985 se cerró. A finales de 1990, el Ayuntamiento de Rincón arrendó la cueva a sus herederos y volvió a abrirla.

Las diversas excavaciones habían dejado maltrechos los niveles arqueológicos en algunas zonas. Las construcciones en los alrededores y el hecho de mantener la cueva abierta perjudicaron también el equilibrio hídrico de la cavidad, que no fue declarada BIC hasta febrero de este año. Los focos de luz caliente usados para iluminar la gruta han provocado también la aparición de colonias vegetales que están destruyendo las capas superficiales de las paredes calizas. La falta de acuerdo entre Ayuntamiento y Junta sobre a quién debe adjudicársele la instalación de luces frías hace que la invasión vegetal siga avanzando.

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