El informe del Defensor del Pueblo sobre listas de espera critica la opacidad de Sanidad

"Amplios tiempos medios de espera". Ésta es la situación que aguarda a gran parte de los enfermos pendientes de ser intervenidos en el hospital La Fe de Valencia, de acuerdo con los datos recogidos en un informe del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, sobre las listas de espera. El estudio destaca que a fecha del pasado 30 de septiembre, casi uno de cada cinco enfermos (el 17,7%) que aguardaba para ser operado llevaba a las puertas de una intervención un mínimo de 180 días. El 7,85% de los pacientes (204 enfermos) esperaba ya más de un año.

La Comunidad Valenciana no sale nada bien parada de la comparación con el resto de autonomías: es una de las tres en las que existen más demoras a la hora de intervenir. Y, de forma particular, respecto a La Fe, el trabajo censura especialmente "los extraordinarios tiempos medios de espera" del hospital de rehabilitación de este complejo sanitario. Hay pacientes con procesos considerados menos invalidantes -obesidad mórbida, tejido adiposo- en la lista de espera desde el año 2000. Pero, además, el informe subraya los 235 días de demora media en cirugía ortopédica y traumatología; los 224 días en cirugía plástica; los 338 días en la unidad de mano; 236 días en la de pie y 312 en la de columna.

También existen "importantes demoras" en el hospital General de Alicante y el centro de la Vega Baja. En Alicante, a finales de septiembre figuraban pacientes en lista de espera desde principios de 2001, es decir, hacía 21 meses. Una situación parecida se registraba en el hospital de Orihuela, donde incluso figuraba algún enfermo que había sido incrito en el año 1999. En estos casos, se trataba de pacientes que habían rechazado la alternativa que ofrece el plan de choque para ser intervenidos en un centro privado.

"De los informes remitidos por las consejerías de Sanidad [para el estudio del Defensor del Pueblo], el de la Comunidad Valenciana fue el único que no reflejaba dato alguno en torno a los pacientes que figuran en el registro de demanda quirúrgica y los tiempos de espera". El trabajo del Defensor del Pueblo censura a la Generalitat esta falta de datos no sólo respecto a las demoras quirúrgicas, sino que también le reprocha que no haya facilitado "la información solicitada relativa a los pacientes en lista de espera en consultas externas y técnicas y pruebas diagnósticas".

Esta actitud contrasta con la campaña publicitaria que difunde actualmente la Generalitat y en la que defiende la reducción del 75% de la lista de espera que había en 1995, fecha de la llegada del PP al Palau de la Generalitat. Las críticas por la opacidad de Sanidad no son nuevas. El Consell, que no responde a este tema en las preguntas parlamentarias que le hace la oposición, incluso eliminó el apartado de listas de espera de los informes del Consejo Económico y Social de los años 2000 y 2001. Asimismo, ha rechazado una comisión de investigación sobre la cuestión y, a diferencia de otras autonomías, no ofrece esta información en su página web. Pese a que la base de datos de Sanidad, a la que accedió este diario, indicaba que en febrero de 2000 había 24.673 valencianos esperando a ser operados, el responsable de este departamento, Serafín Castellano, redujo la cifra a la mitad.

Ante la falta de colaboración de Sanidad, los datos de la Comunidad Valenciana se han recogido a partir de las visitas de los redactores del estudio del Defensor del Pueblo a varios centros sanitarios. Una de las conclusiones que apunta el documento es que los enfermos que aceptan entrar en el plan de choque para ser intervenidos en una clínica privada desaparecen inmediatamente de la lista de espera oficial, aunque aún no se haya producido la operación; así disminuye la estadística de retrasos.

"Existen demoras excesivas en técnicas y pruebas de diagnóstico, incluso en procedimientos calificados como preferentes", relata el Defensor, en gran medida debido a que en octubre aún no se había completado el proceso de informatización integral de los centros de especialidades, lo que provoca falta de fluidez en la información entre estos y los centros de salud. Como ejemplo, el Defensor comenta la situación de Torrevieja y de La Fe, "donde no estaban informatizadas el 50% de las agendas médicas del hospital maternal, el 20% del hospital de rehabilitación y tres consultas del hospital general". También se apunta la práctica de no citar a los pacientes cuando se producía la indicación clínica, sino que se aplazaba "hasta que se preveía que los pacientes iban a ser atendidos" en una semana.

"Cabe subrayar la extraordinaria dificultad para objetivar la extensión de las listas de espera en consultas externas a consecuencia de las inadecuaciones expuestas", añade. Como ejemplos de retrasos en pruebas diagnósticas apunta que en octubre había pacientes del General de Alicante que llevaban ocho meses esperando un TAC craneal, y otros enfermos con indicación de ecografias estaban pendientes de la cita desde hacía seis meses. Aunque "mayores eran los tiempos de espera" en el hospital de Orihuela, con usuarios que soportaban retrasos de nueve meses pese a tener una petición prioritaria de TAC, "no citándose a los de espera normal hasta que no finalizara la preferente".