Montjuïc recupera los Jardines de las Esculturas, cerrados hace dos años por el vandalismo

La escultura de Manelic, obra de Josep Montserrat, lucía ayer acabada de restaurar en los Jardines de las Esculturas, en Montjuïc. Fue un espacio ideado en 1990 por la Fundación Joan Miró y que hace dos años acabó siendo cerrado tras múltiples actos de vandalismo. Las gamberradas deterioraron seriamente el espacio ajardinado creado a principios del siglo XX que se asoma al Teatre Grec y a Barcelona. La recuperación de los Jardines de las Esculturas es una de las partes del proyecto de mejora de Montjuïc que en el último año ha reestrenado varios espacios.

La escultura de Manelic fue instalada en los jardines Laribal en 1929 y posteriormente quedó aislada, rodeada de unas imponentes palmeras, hasta la apertura de la Fundació Joan Miró. Fue esa institución la que ideó dar más volumen a ese espacio, al integrar otras seis piezas procedentes del Espai 10, un ámbito de la Fundación Miró de divulgación del arte contemporáneo joven. Rodeando a Manelic se encuentran, por ejemplo, la Agulla, de hormigón pintado, de Tom Carr; y unos carretones de hierro con puertas de vidrio que Pep Duran montó con materiales recuperados.

El espacio se fue deteriorando progresivamente y pese a estar cerrado de noche no se libró de actos vandálicos. La ampliación de las instalaciones de la Fundación Miró tampoco favoreció al jardín, que, en parte, se convirtió en un espacio de maniobra y almacén de las obras. Las esculturas no escaparon al vandalismo y prácticamente todas ellas han tenido que ser restauradas.

La reapertura del espacio ha servido para reformar en parte el jardín, en el que se han dibujado caminos de piedra y césped entre las esculturas y se han reforzado las puertas. Además, se han colocado tres piezas más, también del Espai 10. La reforma ha costado 500.000 euros aproximadamente, de los que 150.000 han sido aportados por el Banco de Sabadell, en concepto de patrocinio.

Agentes de seguridad privados patrullan por los jardines recuperados en Montjuïc, como los de Laribal y ahora el de las Esculturas, según señalaron fuentes del centro gestor de Montjuïc. Precisamente la seguridad es uno de los problemas pendientes de la montaña.

El del transporte, que también lo era, ha mejorado sensiblemente desde la primavera pasada con la entrada en funcionamiento de un autobús que circunvala la montaña los festivos y fines de semana y que da servicio a una media de 1.200 viajeros cada fin de semana, según fuentes de Transportes de Barcelona.

El funicular se ha convertido en otra de las vías fundamentales de acceso a la montaña desde la integración tarifaria. Fuentes de TMB señalaron que se ha registrado un incremento del 52% en el número de viajeros al pasar éstos de 370.000 en 2001 a los 650.000 previstos para este año.

El alcalde, Joan Clos, destacó ayer la "buena marcha" que lleva la recuperación de la montaña, que en los últimos meses ha reestrenado los jardines Laribal, ha recuperado la Font del Gat y próximamente abrirá una nueva senda, o camino de mar, que transcurrirá por debajo del castillo, frente al puerto.

También está avanzado el proyecto de conexión de los jardines de la parte alta de la montaña.