Medina Azahara tendrá un centro de interpretación con biblioteca y salas de exposiciones y proyecciones
El presupuesto del proyecto supera los ocho millones de euros
El conjunto arqueológico de Medina Azahara contará con una nueva sede institucional: un edificio de 7.300 metros cuadrados que irá más allá del clásico centro de recepción de visitantes al incorporar una biblioteca, una sala de proyecciones, espacios expositivos, talleres, almacenes e instalaciones para la investigación y la conservación del patrimonio. Ayer se presentó el proyecto, obra de los arquitectos Sobejano y Nieto, presupuestado en 8,2 millones de euros.
El centro se alzará fuera del recinto de la ciudad palaciega que Abderramán III mandó construir en el siglo X para dejar constancia de cuánto era su poder. Ocupará un lugar en el que, según explicó la consejera de Cultura, Carmen Calvo, "se ha comprobado, tras dos campañas sucesivas de prospección, que no existen restos arqueológicos".
Los autores del proyecto que ganó el concurso internacional de ideas convocado en 1999, los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, han concebido un edificio "introvertido", adaptado al paisaje hasta el punto de estar parcialmente oculto, casi enterrado, de manera que no causará un impacto visual negativo ni interferirá en la contemplación de Medina Azahara. El proyecto incluye cerca de 24.000 metros cuadrados de jardines y un aparcamiento con capacidad para 25 autobuses y 108 coches.
"Tenemos mucho interés", aclaró Carmen Calvo, "no sólo en mejorar las condiciones para la investigación y la preservación de los restos arqueológicos, sino sobre todo en atraer a visitantes que puedan recibir la mejor información posible". Esto no podía hacerse, indicó, con las infraestructuras actuales de Medina Azahara, que, recordó, es uno de los grandes conjuntos arqueológicos de Europa, y que recibió más de 400.000 visitantes el año pasado, gracias en buena medida a la exposición sobre el esplendor de los Omeyas.
Calvo sostuvo que esta nueva sede será "un revulsivo para el desarrollo cultural de Córdoba", entre otras cosas porque, al ampliar la oferta de servicios y actividades, mejorará la calidad de la visita y posibilitará que los turistas pasen más tiempo en Medina Azahara y en su entorno. Ello, manifestó la consejera, puede contribuir a prolongar la estancia media de los viajeros en Córdoba, que ahora apenas supera el día y medio, dato éste que constituye la principal preocupación de las instituciones turísticas que trabajan en la ciudad.
Medina Azahara tuvo una vida muy breve; ya en el siglo XI comenzó su destrucción sistemática, coincidiendo con las luchas internas que provocaron la caída del califato omeya. Luego vinieron siglos de olvido y de expolios constantes, hasta que la ciudad fue "descubierta" en 1911. Las primeras infraestructuras de apoyo a la excavación del yacimiento se construyeron en torno a 1920, y se quedaron pequeñas muy pronto. Desde entonces se convirtió en espectáculo habitual el de miles de fragmentos de gran valor arqueológico esparcidos con mayor o menor orden por los jardines; fragmentos cada vez más abundantes, según se avanzaba en el descubrimiento de la ciudad califal, de la que, hasta ahora, sólo ha salido a la superficie la décima parte. Por el momento se desconoce cuándo comenzarán las obras y cuál es el plazo de ejecución del proyecto.
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