México-EE UU: relación congelada

"Pues, buscando chamba . ¿Qué más me queda, mi señor?". Un faquir adolescente restriega el pecho sobre cristales en la avenida Reforma, muy cerca de José Cárdenas, que dispara un chorro de agua jabonosa hacia el parabrisas de los vehículos detenidos en los semáforos. Aunque lo rechacen, él limpia y extiende la mano. "Me iré de mojado", dice. Cruzará el río Bravo para entrar en Estados Unidos, sumándose a los 11 millones de compatriotas, según cifras oficiales, que lo hicieron ilegalmente o lo intentaron entre 1990 y 2000. Improbable un acuerdo migratorio, el éxodo de los pobres seguirá despoblando comunidades enteras.

La XIX reunión gubernamental de México y EE UU, que ayer comenzó en la capital federal encabezada por los titulares de Exteriores Jorge Castañeda y Colin Powell, abordará la ampliación de visados a temporeros y la progresiva regularización de los cerca de cuatro millones mexicanos sin documentación en las cocinas o los andamios de Nueva York o Los Ángeles. Pero el principal problema está en la economía nacional, estable en sus grandes cuentas pero incapaz de crear el empleo exigido por una nación de rápido crecimiento demográfico.

Un total de 21,3 millones de mexicanos que no consiguieron un puesto de trabajo fueron admitidos en EE UU en los tres últimos decenios, según datos de la Embajada norteamericana. La intención es que sean más. "Pero de esta reunión podemos esperar poco. Estados Unidos está en otras cosas", anticipó un funcionario. Consecuentemente, proseguirá el éxodo desde los Estados más pobres, desde Chiapas, Oaxaca, Puebla, Guanajuato, Zacatecas o Campeche. Hay pueblos donde el 80% de sus vecinos son mujeres con seis hijos de promedio que dependen de los envíos de sus maridos, en el norte gringo.

La senadora del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) Rosa María Sauri observa un estancamiento en las relaciones bilaterales desde el 11-S, y consecuencias preocupantes. "La dinámica de seguridad interna y combate al terrorismo en que está inmerso el vecino país del norte no sólo ha cambiado de manera radical las perspectivas de diálogo en materia migratoria", dijo en vísperas de la reunión binacional, "sino que incluso ha traído como consecuencia un endurecimiento casi extremo de las percepciones antimigratorias en los distintos sectores políticos y sociales de Estados Unidos".

Un buen número de los mexicanos residentes en ese país, alerta la oposición, es cada día más vulnerable ante la imposibilidad del Gobierno de alcanzar un acuerdo que garantice su seguridad. El Gobierno de Vicente Fox lo ha intentado, sin conseguirlo, desde su investidura, en diciembre del año 2000. Algunos datos reflejan la envergadura del fenómeno. Después de Petróleos Mexicanos (PEMEX), los aproximadamente 9.000 millones de dólares transferidos por los inmigrantes constituyen la principal fuente de ingresos de un país con el 51,3 de sus 100 millones de habitantes en la pobreza.

México no sólo pierde braceros. "También buscan oportunidades trabajadores con un grado de escolaridad superior al de secundaria, incluso profesionales con posgrado", según Ramón Gómez, investigador la Universidad de Guadalajara. La fuga retrasa la elevación del nivel de la docencia, de la administración o de la empresa. El Estado invierte en educación, pero no recoge sus frutos.

México crecerá este año en torno a un punto y medio porque su economía sufre la contracción de la norteamericana, a cuyos mercados dirige más del 85% de sus exportaciones. El economista Raúl Jiménez advirtió que "una corta recesión para Estados Unidos se traduce en una larga recesión para México". El paro alcanzó el 3%, el índice más alto desde octubre de 1998, pero ese índice no refleja la gravedad del problema porque su medición es singular. Todo aquel mexicano que haya trabajado una hora a la semana en el sector formal o informal no figura como parado. No sorprende, por tanto, que invocando el resultado de ese precario mecanismo de encuestas, Fox se jacte de que el desempleo mexicano es más bajo que el europeo o el norteamericano.

[El diario mexicano La Jornada publicó ayer una carta del subcomandante Marcos en las que éste vertía insultos y descalificaciones contra el Rey, el presidente del Gobierno José María Aznar, el ex presidente del Gobierno Felipe González y el juez Baltasar Garzón.]