2,9 millones para "vivir con decoro"

José Eduardo Huertas, director de la obra social de Cajasur fue el encargado de responder ayer a "las informaciones que desde el 30 de octubre plagan la prensa y la vida diaria", en palabras del director general, Francisco Jurado, que aludió así a la polémica sobre la póliza de seguro pagada (2,9 millones de euros) por la entidad cordobesa para que su presidente, el sacerdote Miguel Castillejo, conserve íntegro su sueldo una vez abandone la caja.

Huertas negó de nuevo que se trate de una indemnización (prohibida por la Ley), como aprecia la Junta, que ha expedientado a la entidad. "Es un complemento de pensión que le permitirá seguir haciendo obras de misericordia y vivir con dignidad", dijo el directivo de la entidad.

El responsable de la obra social recordó que Miguel Castillejo trabajó "gratuitamente y con carácter honorífico hasta 1983", como la mayor parte de los presidentes de cajas por aquella época al no desempeñar tareas ejecutivas, y añadió que este "complemento de pensión" sólo le garantizará "lo necesario para vivir con decoro, en función de la representación que ostenta, sin enriquecerse ni empobrecerse". A su juicio, la póliza no significó "un compromiso demasiado generoso con el presidente, si se compara con lo que sucede en otras cajas".

Huertas aseguró que "es fácil arremeter contra una persona, difamarla e incluso denigrarla, cuando se sabe que no se va a recibir respuesta. Don Miguel es una persona normal, no le gusta el escándalo, ni tampoco entrar al trapo para que se pueda orquestar un ataque frontal contra él". El directivo atribuyó la polémica a que Castillejo está siendo discriminado en función de su religión, con lo que, según su parecer, se estaría vulnerando la Constitución. Invocó al Concilio Vaticano II para defender el derecho de cualquier sacerdote a percibir un salario: Castillejo tiene una retribución ordinaria de 213.000 euros al año, que es lo que le garantizaría de por vida la póliza cuando deje la caja.

El directivo aseguró que el presidente de Cajasur administra sus bienes con "honradez y austeridad sacerdotal", dedicando la casi totalidad de sus bienes a hacer obras de caridad. Entre ellas, Huertas citó la creación de centros de apoyo a la mujer en barrios marginales.