Estudiantes cada vez más prácticos
Más de 23.000 universitarios valencianos realizaron prácticas en empresas el curso pasado
Hay un consenso absoluto sobre la necesidad de que el nuevo titulado conciba su formación como una cuestión de teoría y práctica. Las empresas solicitan a titulados con experiencia y los alumnos no pueden esperar a formarse para ser titulados, sino que deben compaginar sus estudios con prácticas. Según los datos facilitados por las seis universidades valencianas, 23.245 estudiantes realizaron prácticas en 9.760 empresas el pasado curso. Cada año ambas cifras baten nuevos récords.
El año pasado la cifra de estudiantes en prácticas en la Universitat de València alcanzó los 6.570, lo que supone 3.472 alumnos más que en el curso 95-96, según los datos facilitados por la Fundación Adeit, el organismo que coordina las prácticas en la universidad. En la Politécnica la evolución anual en ese mismo periodo arroja un crecimiento similar, de 1.530 alumnos en el curso 95 a los 6.572, el año anterior.
En la Universidad de Alicante más de 3.500 alumnos hicieron prácticas el pasado curso. "Al contrario que en las pasadas ediciones, la demanda del empresariado supera a la de los alumnos", advierte María José Parra, directora del programa de prácticas del GIPE (Gabinete de Iniciativas Para el Empleo).
Las universidades más jóvenes registran la evolución al alza en este sentido. En la Jaume I, la única universidad valenciana donde las prácticas son asignaturas troncales u obligatorias, es decir que, deben llevarlas a cabo el 100% de los alumnos, se ha pasado de 222 estudiantes en el curso 92-93 a los más de 3.420 actuales. Y la Universidad Miguel Hernández gestionó 2.147, lo que supone 1.962 más que en 1.997.
Los alumnos de la universidad privada Cardenal Herrera-CEU también toman contacto con la empresa a través de esta vía. El curso pasado hicieron prácticas 1.135 alumnos, es decir el 68% de los que podían hacerlo porque reunían los requisitos (haber superado más del 50% de créditos o estar en segundo ciclo).
La Comisión de Educación de las Cortes aprobó la semana pasada una enmienda donde se especifica que los Consejos Sociales de las universidades públicas valencianas deben promover actividades para acercar el alumnado a las demandas de las empresas. Justo la misma semana en que la Fundación Adeit libró los I Premios Fundación-Empresa a las buenas prácticas, y en vísperas de que la Politécnica de Valencia y la Fundación Bancaja premien por quinto año consecutivo a los mejores proyectos final de carrera en empresas. En esta convocatoria, que se celebrará el próximo 28 de noviembre, se otorgarán 130 premios que suman una cantidad total de 390.658 euros.
Los universitarios pueden realizar prácticas integradas al expediente, obligadas en su titulación, o bien voluntarias, con la opción de convalidarlas por créditos de libre elección casi en todas las titulaciones. En caso de convalidar por créditos deben pagarlos. Además el crédito práctico es más trabajoso, porque uno teórico equivale a 10 horas, mientras que para conseguir un práctico se deben realizar 20 horas.
En cuanto a la remuneración, sólo la Universidad de Alicante contempla como obligación que el alumno perciba una cantidad mensual de la empresa mínima, de 330,56 euros durante todo el periodo de prácticas. En la Universidad Politécnica de Valencia en torno al 80% reciben un dinero. "Las prácticas son voluntarias y a mis alumnos les recomiendo que rechacen la práctica si no les pagan", manifiesta José Carlos Ayats, vicerrector de Empleo de la Universidad Politécnica de Valencia. "Hemos peleado para que las empresas paguen y determinados sectores, como la construcción y la industria, los que más alumnos requieren, dan por sentado que tienen que pagar". El vicerrector considera que "ambos mundos deben de implicarse para entenderse". La universidad paga un seguro de accidentes y de responsabilidad civil, que no cubre el seguro escolar por cada alumno en prácticas. "Lo mínimo que puede hacer la empresa es pagar una cantidad al estudiante", concluye. En 2002, la Universitat de València suscribió convenios con 2.781 entidades; la Politécnica, con 2.433; la Universidad de Alicante con 1.087; la Universidad Jaume I con 1.900; la Miguel Hernández con 1.327 y la Universidad Cardenal Herrera con 232.
Lo cierto es que con o sin dinero los alumnos se introducen en la empresa. "Experimentamos un boom en las prácticas cuando se integraron al expediente con los nuevos planes de estudios", explica Miguel Ángel Barberá, director del programa de prácticas en la Fundación Adeit quien subraya que "las prácticas acortan los periodos de incorporación laboral, permitiendo, en algunos casos, integrarse sin acabar los estudios". Según un estudio efectuado por la Universidad Politécnica de Valencia, el 55% de los alumnos de esta universidad encuentra trabajo en la empresa donde realizaron las prácticas o en proveedoras. En este sentido, la Guia de Pràctiques, un estudio de Adeit que recoge la opinión de 515 empresas valencianas, indica que el 67% de entidades considera las prácticas como una buena probabilidad para insertar laboralmente a los estudiantes. Asimismo, tanto la Jaume I de Castellón como la Miguel Hernández detallan en sendos estudios que más del 18% de los estudiantes en prácticas recibieron una propuesta de empleo inmediata de la empresa.
"Lo más importante es aprovechar los años de estudio y hacer contactos", apunta Domingo Galiana, jefe del Observatorio laboral de la Universidad Miguel Hernández. El técnico enfatiza que "prescindir de experiencia es hoy un handicap". La importancia concedida a la experiencia práctica en las empresas es muy alta, ocupando el tercer lugar después del trabajo en equipo y la informática, según la Guia de Pràctiques. Por otra parte, las universidades evalúan la conexión entre el mundo laboral y el académico con estudios que miden la satisfacción entre ambos. La percepción positiva es recíproca, superando el 80% en todas las universidades. Así lo ven el 87% de los alumnos en la Politécnica, el 89% en la Universidad Jaume I, el 98,9% en la Miguel Hernández. En las empresas la percepción positiva alcanza porcentajes similares.
Otro dato que corrobora esta idea es la alta fidelidad de las entidades colaboradoras: El 97,7% de las entidades que acogieron alumnos en prácticas en el curso 2000-2001 en la Universidad Jaume I manifestó que repetiría el curso siguiente. Por el contrario, los estudios sobre interrupción de prácticas indican que los porcentajes de interrupciones son mínimos, en torno al 8% de los alumnos abandonan las prácticas. En la mayoría de los casos se debe a una propuesta o contrato más atractivo para el estudiante.
"Te forman y cubres un hueco"
Sandra Ferrer y María Signes son dos estudiantes de último curso de Fisioterapia de la Universitat de València que realizan prácticas en la Clínica Quirón de Valencia. En este caso, se trata de prácticas integradas al expediente, para aprobar la asignatura Estancias Clínicas 4. Además de este tipo de prácticas ambas han efectuado las voluntarias en un balneario en verano: 8 diarías durante 15 días. Durante este periodo no percibieron dinero; el balneario les cubría la manutención. "Te forman y en parte les solucionas la papeleta de las vacaciones", dice Sandra, quien aprovecha todas las prácticas porque, aunque sabe que está cubriendo un puesto de trabajo, "es fundamental para practicar la teoría y aprender todos los campos de la fisioterapia". "Nuestra especialidad es muy práctica: hidroterapia, geriatría, respiratoria... y las prácticas te permiten especializarte". Su compañera comenta que los profesores les alientan en clases a que hagan prácticas y que no se conformen sólo con lo aprendido en el aula. "La práctica del balneario nos la aconsejó una profesora", ejemplifica. En cuanto a la coordinación entre los tutores de la empresa y la universidad están satisfechas, en general.Las diferentes universidades disponen de bolsas de trabajo y unidades específicas para conceder las prácticas a los estudiantes. Fórmulas distintas con un mismo fin: el tránsito al mundo laboral. En la Universitat de València coordina las prácticas la Fundación Adeit. En Castellón y Alicante también existen fundaciones que se encargan de gestionar las prácticas voluntarias, además de existir otros servicios universitarios que las coordinan. En la Universidad Politécnica de Valencia la responsabilidad recae en el Servicio Integrado de Empleo (SIE), en concreto de la Unidad de Prácticas de Empresa (UPE), que dependen del vicerrectorado de Empleo. Y en la Miguel Hernández existe un Observatorio Ocupacional de Pácticas.
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