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Reportaje:

Leche Pascual huye del frío

La firma da marcha atrás en un proyecto para instalarse en Moscú

Leche Pascual no se instalará en Moscú. El grupo lácteo ha puesto fin a su proyecto para construir una planta de yogures pasteurizados en la capital rusa, con una inversión de 18 millones de euros. Igualmente, ha roto el acuerdo con Campofrío para constituir una empresa mixta para la distribución de los productos. Tomás Pascual no vio claro el mercado ruso.

El grupo lácteo tenía prevista una inversión de 18 millones de euros para construir una planta de yogures pasteurizados
Pascual ha roto un acuerdo de intenciones con Campofrío para hacer una empresa mixta destinada a distribuir sus productos

Pascual fue uno de los empresarios que acudieron en su día a la visita que giró a ese país el presidente del Gobierno español, José María Aznar, en mayo de 2001. En aquellas fechas, el dueño de Leche Pascual se hallaba inmerso en una batalla con la Administración española reclamando de despacho en despacho la denominación de yogur pasteurizado para sus postres lácteos. Frente a la estrategia mucho más sutil de su principal opositor, el grupo Danone, Pascual utilizó otra política. Aprovechaba cualquier acto para recordar al mandatario de turno la conveniencia de dar luz verde a la denominación de yogur para sus postres.

En el caso de Moscú, según fuentes cercanas a la negociación, Pascual habría prometido al presidente Aznar, e indirectamente a las autoridades rusas, construir una planta de postres lácteos de larga duración en Moscú si la Administración española autorizaba su denominación como yogur pasteurizado.

Frente a esa versión, un portavoz de Pascual no oculta que se hubiera pedido al presidente Aznar, como en otras instancias, la denominación de yogur para su postre lácteo de larga duración,pero señala que en ningún momento hubo un compromiso para construir la planta si el Gobierno español autorizaba la nueva denominación. El objetivo era exportar. Las mismas fuentes reconocen, sin embargo, que en los últimos meses se han llevado a cabo todos los estudios para el diseño del proyecto industrial, desde el aprovisionamiento de leche hasta su comercialización, fijándose un plazo para entrar en funcionamiento de dos años.

Problema de distribución

Para el desarrollo de este proyecto, Pascual firmó una carta de intenciones con el grupo Campofrío para la constitución de una joint venture destinada a la comercialización de los productos. Sin embargo, las negociaciones posteriores entre Pascual y Campofrío no dieron el resultado esperado por Pascual. La empresa láctea pretendía que la comercialización de esos productos fuera hecha a través de Campomos, la filial rusa de la empresa cárnica burgalesa. Esta estrategia comercial era imposible y se debía constituir una nueva sociedad. Esta posibilidad, dada la compleja situación del mercado y los riesgos en la distribución rusa, fue rechazada por Pascual, dando por roto el acuerdo. La firma mantiene sus exportaciones al mercado ruso de sus yogures pasteurizados con la plataforma Enter, constituida con otras empresas españolas.

En su política industrial, Tomás Pascual ha diseñado una estrategia basada en la fabricación de productos de larga duración,huyendo siempre del frío. Esta política en el sector de la leche y derivados la ha seguido en los últimos años con otras de sus inversiones más importantes, como ha sido su apuesta por el negocio inmobilario en tierras cálidas como Marbella o Canarias. En el caso de Rusia, Tomás Pascual, además del frío, habría salido corriendo al conocer de cerca las dificultades que tiene el proceso de distribución ante el control que ejercen sobre la misma diferentes grupos de poder o mafias fuera de su control.

La renuncia de Leche Pascual al desembarco en Moscú encaja en la filosofía del presidente, Tomás Pascual, de no asumir riesgos que escapen a su control. Hombre hecho a sí mismo, ha construido un imperio y acapara todo el poder en el grupo. Desconfiado por naturaleza, no tiene oposición interna ni nadie que le lleve la contraria. Presume, y con razón, de haber creado miles de puestos de trabajo con una mentalidad paternalista. Estima que los empleados lo que deben hacer es trabajar y agradecer tener un puesto de trabajo.Está en contra de los sindicatos y se enorgullece de que en su empresa no tienen apenas representación. Sobre los ganaderos, estima que cuanto menos información tengan, mejor. Por debajo de la imagen de una empresa moderna con el apoyo de Tetra Pack, hay, sin embargo, un grupo con una estructura vieja y con el futuro accionarial cargado de interrogantes.

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