Los fallos de unas oposiciones

Una vez consumada la fase de oposición de la oferta pública de empleo (OPE) de Osakidetza, las enfermeras abajo firmantes queremos manifestar el malestar que ha generado la realización de la prueba en la Feria de Muestras de Bilbao, dadas las ínfimas condiciones ambientales (falta de iluminación, etc.,) del lugar y el a todas luces escaso margen de tiempo dado.

Se trata con la prueba de evaluar los conocimientos de los profesionales, no su habilidad y rapidez en rellenar las minúsculas casillas de la hoja de resultados como si de una quiniela se tratase. Las cosas se hacen pensando en lo que se hace, como cuando ejercemos nuestra profesión, en beneficio del usuario.

¿Por qué siempre tenemos que desplazarnos a Bilbao? ¿Qué interés tiene Osakidetza en limitar el tiempo a 90 minutos? ¿Acaso es una manera de filtrar oposiciones?

Queremos pensar que no, pero una vez más queda de manifiesto la prepotencia de Osakidetza en la imposición de sus criterios y su incompetencia en la organización: exigimos que se realicen exámenes simultáneos en las tres provincias.

No queremos dejar pasar de largo la frustración que nos ha generado la decisión del representante de la Agrupación de Colegios de Enfermería del País Vasco con respecto a la reducción del tiempo de ejecución del examen, al adherirse a la propuesta de los representantes de Osakidetza (90 minutos para responder a 115 preguntas, algunas de ellas con mucho texto).

El día 16 de noviembre, si nadie lo remedia, llegamos al punto culminante de éste despropósito con la prueba de euskera. Resulta paradójico que en la prueba que evalúa nuestros conocimientos profesionales no se puntuaran negativamente las respuestas incorrectas, mientras que, si bien las bases nada aseguran al respecto, parece ser que en la prueba de euskera van a puntuar negativamente los fallos. Nos parece injusto que resulte más fácil aprobar el examen de conocimientos profesionales que el del idioma.

De todos es conocida la presión a la que se ve sometido el colectivo de enfermeras en su quehacer diario, y para Osakidetza no somos más que un número al que ningunear continuamente.Queremos hacer partícipe a la opinión pública de nuestro malestar, impotencia, rabia y desánimo ante la actitud de Osakidetza.