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La Filmoteca Vasca exigirá una inversión de 10 millones de euros

El organismo se constituirá como fundación en el próximo año

Ibarbia presentó ayer en San Sebastián la nueva imagen corporativa de la Filmoteca, que en 2003 cumple 25 años a la cabeza de la recuperación, conservación, archivo y difusión, fundamentalmente, del cine vasco. Ahora que comienza una nueva andadura, que culminará con el traslado a la antigua Fábrica de Gas, elige una efe mayúscula con rayas, encuadrada dentro de una caja, para subrayar su compromiso con el cine vasco y su aspiración de 'convertirse en un centro de referencia internacional, dotado de los medios tecnológicos más avanzados'.

La Filmoteca mira así con expectativas a 2004, año en el que previsiblemente abrirá su nueva sede, diseñada por el arquitecto Joaquín Montero, si no se producen nuevos contratiempos, según anunció Ibarbia. Los responsables de la institución pensaban haber comenzado las obras de rehabilitación del edificio entre finales de 2001 y principios de 2002, pero por esas fechas la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública pidió a Cultura que estudie la posibilidad de proteger los tres edificios contiguos que albergarán las nuevas instalaciones.

En dos o tres meses

El Gobierno vasco se pronunció el 30 de octubre pasado: declaró bien cultural calificado, con categoría de monumento, el edificio central de la vieja fábrica y el gasomotor sito en su interior, así como un pequeño gasómetro de 112 años. Montero modifica ahora el proyecto original para ajustarlo a las nuevas exigencias. Según Ibarbia, el diseño definitivo podría estar listo para dentro de dos o tres meses.

Lo que necesita ahora la Filmoteca Vasca es encontrar la financiación que requiere la ejecución del proyecto. Sólo en la edificación se invertirán 4.808.096 euros (800 millones de pesetas). Pero el desembolso global para dotar a este centro, de 4.000 metros cuadrados, de innovadores medios tecnológicos ascenderá a 10 millones de euros. Por el momento, sólo cuenta con la partida de tres millones comprometida por el Gobierno vasco, pero espera captar nuevos recursos tras su conversión en fundación en 2003, lo que le dará un tratamiento fiscal más favorable.

En todo caso, la financiación del proyecto no es lo único que justifica el cambio de personalidad jurídica de la Filmoteca. Responde también a la necesidad de normalizar jurídicamentre el patrimonio audiovisual y cinematográfico de la entidad. 'Se trata de garantizar el carácter público de los fondos, que ahora están sujetos a manos privadas', dijo ayer el viceconsejero de Cultura, Imanol Agote, al contrario de lo que ocurre con casi todas las filmotecas del mundo.

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