El Ejército jordano mata a tres integristas al asaltar los feudos de los partidarios de Irak
El espectro de una intervención militar de EE UU suscita nerviosismo en el reino hachemí
Jordania se estremece. El espectro de una intervención militar de Estados Unidos contra Irak inquieta al reino hachemí, que ha colocado a su Ejército en estado de alerta, sellado sus fronteras para evitar una entrada masiva de refugiados y lanzado a fuerzas de élite apoyadas por carros de combate para tomar al asalto los feudos islamistas simpatizantes con Sadam Husein, empezando por la ciudad de Maan, al sur del país, donde las tropas se enfrentan en las calles a milicianos fundamentalistas, lo que ha ocasionado hasta ahora tres muertos y decenas de heridos.
Millares de soldados de élite, fuerzas antidisturbios y carros de combate asedian desde hace dos días la ciudad de Maan, a 350 kilómetros al sur de Ammán, 40.000 habitantes, considerado como uno de los feudos islamistas más rebeldes y una de las bolsas de pobreza más críticas de Jordania. Las tropas han cortado las carreteras de acceso. La ciudad se encuentra sometida a un estricto toque de queda. Las líneas telefónicas han sido cortadas. La zona se encuentra absolutamente aislada, a pesar de que es un cruce estratégico para los grupos de turistas que se dirigen habitualmente desde Petra a Aqaba, en el mar Rojo, o el desierto de Wadi Rum
Las fuerzas jordanas se enfrentan a las milicias fundamentalistas en el centro de la ciudad. En las últimas horas se han registrado tiroteos en las calles principales, según aseguraban ayer informantes en mensajes que lograban hacer llegar a la capital.
Portavoces oficiales del Gobierno jordano aseguraban ayer que esta operación militar tiene como objetivo localizar y detener al autor material del asesinato del diplomático norteamericano Lawrence Foley, abatido por un tirador solitario hace una semana a la puerta de su casa en un barrio residencial de Ammán, cuando se disponía a trasladarse a la Embajada de Estados Unidos, donde trabajaba como responsable de la Agencia de Desarrollo Internacional de EE UU (Usaid). Observadores internacionales opinan, sin embargo, que la operación tiene como finalidad silenciar a la población e impedir que salga a la calle en apoyo del régimen de Sadam Husein, como hiciera ya en la guerra del Golfo, eliminando así eventuales focos de desestabilización.
El Frente para la Accion Islámica, la organización fundamentalista más importante de Jordania, vinculada a los Hermanos Musulmanes, reclamaba ayer al Gobierno 'poner fin al estado de sitio en que se encuentra la ciudad' de Maan, al tiempo que exigía la 'liberación de todos los detenidos', incluida la del dirigente fundamentalista Mohamad Chalabi, alias Abu Sayyaf, y amenazaba en caso contrario con provocar un 'baño de sangre'. Las mismas fuentes recordaban que Maan ha venido en los últimos años siendo blanco reiterado de las represalias de las tropas especiales del Ejército jordano, al mando del actual monarca, Abdalá II. Los últimos incidentes en la zona se registraron en 1998 y se saldaron con al menos 12 muertos y centenares de heridos.
El Ejército y la policía jordanos han desencadenado en las últimas horas operaciones similares, aunque menos espectaculares y sangrientas, en los principales campos de refugiados palestinos, en los que se concentran más de 300.000 desplazados. El centro de Wihdat 9 -Nuevo Campo de Ammán-, donde se amontonan oficialmente 72.000 personas, fue tomado el viernes por las fuerzas de seguridad jordanas para impedir que los fieles se manifestaran a la salida de la plegaria de las mezquitas a favor del régimen de Sadam Husein. Tropas especiales y tanques fueron también apostados en el Campo de Baqa'a, al noreste de la capital jordana, donde malviven 80.000 palestinos y que está considerado el centro de refugiados más grande y deprimido de la región.
Coincidiendo con estas operaciones, el Ejército jordano ha sellado herméticamente sus fronteras con Israel e Irak, en un esfuerzo por impedir las entradas masivas de refugiados. Una vigilancia similar se ha implantado también en la línea de separación con Siria. Por su parte, los servicios secretos del Mohabarat han desencadenado una operación de limpieza en medio de la colonia de refugiados iraquíes, compuesta por más de 100.000 personas, en un intento de localizar a los ilegales y devolverlos a su país.
El Gobierno jordano, de acuerdo con el israelí, ha establecido en las dos últimas semanas un férreo control fronterizo, estableciendo cupos de entradas y salidas para los palestinos. Oficialmente, sólo 250 palestinos pueden salir cada día de Jordania en dirección a Israel y viceversa. Aunque en casos excepcionales se permite superar el número hasta 400. La desesperación y la sensación de asedio han llevado a más de un palestino a tratar de pasar la frontera por los descampados, lo que a menudo tiene como desenlace la muerte. Un palestino fue abatido ayer por guardias jordanos.
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