El Ejecutivo renuncia de forma definitiva a construir un depósito para residuos peligrosos
Medio Ambiente aspira a reciclar y aprovechar el 60% de los desechos en el año 2006
El Departamento de Medio Ambiente ha descartado definitivamente construir un depósito para albergar los residuos peligrosos que produce Euskadi y que no se pueden reciclar. El plan de gestión de este tipo de desechos, elaborado por la consejería para el periodo 2002-2006 y presentado ayer por el consejero Sabin Intxaurraga, no incluye la construcción de esta infraestructura, lo que significa que el Gobierno ya ha zanjado el debate sobre la creación de este depósito. Al departamento no le 'consta' que exista demanda de la industria para contar con él.
La dificultad para buscar una ubicación a esta instalación, dada su enorme impopularidad, es lo que había paralizado el proyecto hace unos años. Cuando el PSE dirigía la cartera de Medio Ambiente, a principios de los años 90, ya se pactó su construcción con los empresarios, pero al final no se plasmó debido a que los partidos fueron incapaces de aguantar el rechazo social que generaba el proyecto en las zonas inicialmente seleccionadas.
La llegada de Eusko Alkartasuna a Medio Ambiente, primero con Patxi Ormazabal y actualmente con Intxaurraga, relegó la idea del depósito y ahora el Gobierno asegura que no se construirá.
290.000 toneladas anuales
Cada año se generan en Euskadi casi 290.000 toneladas de residuos peligrosos, de los que el 31% se recicla y el resto se elimina en vertederos tras despojarles de sus elementos tóxicos o son exportados fuera de Euskadi a depósitos de otras provincias. En concreto, cada año se trasladan alrededor de 25.000 toneladas a almacenamientos del resto de España.
El 75,8% de los residuos se trata en plantas ubicadas en la propia comunidad autónoma, mientras que el 24,2% restante es gestionado por empresas ajenas al País Vasco.
El consejero puntualizó que la intención de la Administración es que progresivamente las empresas vascas sean capaces de reciclar y tratar los residuos que generan, sin necesidad de enviarlos al exterior. Respecto a los recelos que estas plantas de reciclaje despiertan entre los vecinos que las pueden tener cerca reconoció que 'nadie quiere vivir al lado de ciertas instalaciones', pero que 'en algún sitio hay que ponerlas'. 'Es necesario que todos tengan una visión global y de los beneficios que el reciclaje y tratamiento de residuos conlleva para el medio ambiente', remachó Intxaurraga.
El plan de gestión de residuos 2002-2006 se ha marcado como objetivos estabilizar la producción de este tipo de desechos en torno a las 290.000 toneladas al año y reciclar y aprovechar al menos el 60% de ellos cuando finalice su vigencia. La consecución de estos fines supondrá la inversión de 80 millones de euros hasta el año 2006 en la construcción de plantas para tratar los diferentes residuos. Las empresas privadas correrán con todos los gastos, según indicó el consejero. 'Uno de los principios del plan es: quien contamina, paga. Así que las empresas que pongan en el mercado productos que generen residuos deberán asumir el coste de su tratamiento y eliminación', recalcó.
Dentro de las instalaciones que se impulsarán para lograr el tratamiento más eficaz de los desechos figuran plantas de reciclaje de zinc y para el aprovechamiento del combustible sobrante, y centros de descontaminación de vehículos y de envases.
Entre las toneladas de residuos peligrosos producidos en Euskadi destacan los polvos de acería (el 29% del total), las soluciones ácidas de decapado (22%) y las escorias procedentes de la segunda fusión del aluminio (10%). Además de introducir mejoras para el tratamiento de estos desechos, el nuevo plan también incluye otros tipo de residuos peligrosos emergentes, como son los procedentes de los aparatos eléctricos y electrónicos, los vehículos fuera de uso y los derivados de la construcción y demolición y los de la madera.
Aunque Intxaurraga evaluó el coste del plan en 80 millones de euros, puntualizó que el ahorro derivado del valor de las materias primas y de la energía obtenida a través del reciclaje rondará los 19 millones por año.
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