El Tribunal Supremo ordena la detención de Josu Ternera para que declare sobre 11 asesinatos

El magistrado del Tribunal Supremo José Ramón Soriano, instructor de la querella del fiscal contra el parlamentario vasco y ex dirigente de ETA José Antonio Urruticoetxea, Josu Ternera, ordenó ayer su detención para que sea conducido a su presencia el próximo día 13 para declarar sobre el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987, que costó la vida a 11 personas, cinco de ellas niños. Ternera no compareció ayer ante el Supremo y justificó su actitud en una carta al diario Gara en la que advertía de su negativa a participar en un 'juicio-farsa'.

La detención de Josu Ternera fue ordenada por el magistrado instructor después de recabar la opinión del fiscal y de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que ejerce la acción popular. El fiscal de la Sala de lo Penal, Eduardo Torres-Dulce, y el abogado de la AVT, Pedro Liñán, pidieron la detención de Ternera. Liñán pidió la detención inmediata.

La abogada de Ternera, Amaia Izko, que sustituyó a los abogados titulares -Jone Goiricelaia y Kepa Landa-, aseguró ante el juez no saber nada más sobre la incomparecencia del ex dirigente etarra que las que él mismo expone en una carta publicada ayer en Gara: 'He decidido no presentarme porque, para mi desgracia, este juicio ya se llevó a cabo hace tiempo'. Ternera agrega que ya ha cumplido 'largos años de condena' y que desde que salió de la cárcel sufre 'la presión incesante' para lograr su vuelta a prisión, y que no tiene intención de participar 'en un juicio-farsa'.

El juez Soriano preguntó a la partes si tenían algún impedimento para que la nueva citación se verificase el día 13, y fijó esa fecha para que Ternera fuese llevado detenido ante el tribunal a las 10 de la mañana. Para el cumplimiento de la orden, el Supremo remitió un oficio a la Secretaría de Estado para la Seguridad exponiendo la decisión del magistrado. El momento de practicar la detención queda al criterio de las fuerzas de policía judicial. El Supremo también acordó que el día 13 asista a la declaración un traductor de euskera y un médico forense de la Audiencia Nacional.

El abogado de la AVT, Pedro Liñán, manifestó que se esperaba la actitud de 'falta de respeto y desobediencia al tribunal' y que Ternera no compareciese, porque 'para él es mucho mejor venir detenido, en medio del clamor de los suyos'.

Sin embargo, fuentes jurídicas próximas a la causa indicaron que la incomparecencia de Ternera puede acabar llevándole provisionalmente a prisión. Aunque la petición de prisión por la AVT figura de antemano en el guión del proceso, la adhesión del ministerio fiscal a esa medida cautelar era dudosa. No obstante, para prevenir nuevas actitudes de obstrucción a la Justicia por parte del imputado, la Fiscalía podría acabar sumándose a la petición de la AVT, en tanto se resuelva sobre la previsible petición de procesamiento de las acusaciones.

Urrutikoetxea es parlamentario vasco y como tal tiene la situación de aforado. Este estatus hace que solamente pueda ser juzgado por el Tribunal Superior del País Vasco o por el Tribunal Supremo, dependiendo de dónde cometa el hecho delictivo, informa Pedro Gómez Damborenea.

El ministro de Justicia, José María Michavila, subrayó ayer que 'no hay impunidad para los terroristas, ni para los que pretenden hacer de la política una actividad terrorista ni para quienes pasan del terrorismo a la política'. El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Jesús Caldera, animó a los tribunales a continuar con la 'aplicación estricta' del Estado de Derecho contra ETA .

Por otra parte, el magistrado del Tribunal Supremo Clemente Auger aceptó ayer la recusación formulada contra él por Batasuna para formar parte de la Sala que estudia la ilegalización del citado partido. Auger acepta como cierta la causa de recusación, tras considerar la doctrina del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos 'sobre la importancia de las apariencias o de actos que puedan poner de manifiesto o exteriorizar una previa toma de posición anímica a favor o en contra de una posición'.