El sector azulejero de Castellón emplea a miles de jóvenes emigrados de Cádiz buscando trabajo

Cerca de 3.500 gaditanos, en su mayoría jóvenes con estudios, han emigrado a Castellón en busca de trabajo y el 70% lo ha encontrado en el sector azulejero. Así lo revela un estudio encargado por el PSOE de Cádiz, que evidencia una notable cesión de habitantes de la ciudad andaluza a la provincia castellonense. El motivo, según la investigación, es que en este destino es posible, incluso sin experiencia, hallar un empleo en menos de una semana y resulta 'fácil' conseguir un contrato indefinido. Los socialistas gaditanos están preocupados por la pérdida de población.

Cádiz capital ha perdido 22.000 habitantes desde 1995 (cerca de un 20% de su población actual), un periodo que coincide con los siete años que el Partido Popular lleva en el gobierno municipal. Sin embargo, los índices de paro no han bajado en los últimos tres años. Un total de 4.514 personas emigraron en 2000 de la capital gaditana a otras poblaciones españolas, según datos del Instituto de Estadística de Andalucía. La razón, a juicio del candidato socialista a la alcaldía de la capital gaditana y actual presidente de la Diputación provincial, Rafael Román, es la búsqueda de 'una estabilidad laboral que les permita independencia económica y social, meta que en Cádiz se ve truncada debido a la precariedad laboral y al encarecimiento de la vivienda, lo que demuestra que las políticas de empleo de Teófila Martínez, que además de alcaldesa es la presidenta del PP andaluz y candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, son nulas'. Cerca del 78% de los desplazados (unos 3.500) ha encontrado trabajo en Castellón y el 69% de éstos (más de 2.400) se ha empadronado en esta provincia. Otros muchos se han desplazado a otras localidades de la Bahía de Cádiz y el resto ha optado por Cataluña y las Islas Canarias

El estudio encargado por los socialistas -elaborado por la trabajadora social Isabel Sánchez, en colaboración con asociaciones vecinales, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro y basado en 250 entrevistas personales y presenciales- desvela que la industria cerámica castellonense (que ubica en Castellón el 95% de la producción nacional) ha contratado a casi 2.500 gaditanos. El 82% de ellos encontró empleo en el plazo máximo de una semana, aun sin tener experiencia previa en el sector, hecho que les ha dejado 'fascinados' y, según sus respuestas, es fácil conseguir un contrato indefinido, aunque inicialmente los contratos son de entre tres y seis meses. El 61% de los entrevistados aseguró que lo obtuvo a través de una empresa de trabajo temporal, el 36% tras una visita personal a las empresas o mediante envío de currículo, un 2% por la mediación de amigos y sólo un 1% con las gestiones del Servei Valencià d'Ocupació de la Generalitat valenciana.

Se trata, en su mayoría, de jóvenes -el 73,2% tiene edades comprendidas entre los 16 y los 35 años-, con un nivel medio-alto de estudios -el 22,8% es diplomado o licenciado-. El 68% son hombres y las mujeres confiesan dificultades para ser admitidas en una industria tradicionalmente acusada de machista.

Así, mientras Cádiz afronta un futuro 'de imposible relevo generacional', según lo define Román, Castellón absorbe a una población joven que contribuye al crecimiento económico de la región. El 62% de los gaditanos emigrados se ha desplazado en compañía de su pareja, amigos o familiares y, la mayoría, reside en viviendas de alquiler. Según los entrevistados, el precio más bajo que pagan por un inmueble arrendado es de unos 420 euros al mes, lo que obliga a compartir alojamiento. Un 20% ha invertido ya en la adquisición de una vivienda.

El fenómeno migratorio entre las dos ciudades presenta una tendencia ascendente. El 31,2% lleva más de dos años en la zona castellonense, pero hay un número elevado de personas que lleva aproximadamente seis meses en Castellón, en su mayoría animadas por paisanos afincados. No obstante, una parte de los entrevistados reconoce que desea permanecer en Castellón temporalmente y que su objetivo inicial es 'ganar dinero, obtener el carné de conducir y comprar algunos bienes materiales, como un coche'. Algunos se desplazaban con el interés frustrado de conseguir experiencia en las profesiones que han estudiado.

El estudio también hace referencia a aspectos socio-culturales. Una de las dificultades que los entrevistados destacan es la lengua, a la que, sin embargo, se van adaptando. Al margen de los tópicos, reconocen la distinta entrega personal al trabajo en ambas provincias y las diferencias de carácter, en una zona donde consideran que la gente es más 'individualista', pero también más 'leal'.