El Gobierno de EE UU acusa formalmente a los dos francotiradores

El Departamento de Justicia de Estados Unidos se sumó ayer a la oleada de acusaciones criminales contra John Allen Muhammad y se personó en el caso con una acusación formal que puede resultar en su ejecución por el asesinato de 10 personas durante las tres semanas en las que sembró el terror con su rifle de precisión en la zona de Washington.

'Se trata en este caso de asesinatos con arma de fuego con intención de extorsionar', declaró a la prensa el fiscal general (ministro de Justicia) de Estados Unidos, John Ashcroft, al anunciar la personación de su departamento en la causa. Muhammad, de 41 años, y el joven que le acompañaba, John Lee Malvo, de 17, pidieron 10 millones de dólares para poner fin a su matanza, según una carta encontrada por la policía tras uno de los crímenes.

'Queremos asegurarnos de que el sistema judicial funciona de forma eficaz, estar seguros de que se solicitan las penas más severas que sea posible en respuesta a crímenes tan graves', añadió Ashcroft, en referencia implícita a la pena de muerte.

La acusación contra Muhammad se presentó en el tribunal de distrito de Greenbelt (Maryland) por utilizar un arma para asesinar, dañar el comercio interestatal con la extorsión y otros cargos, siete de los cuales resultan punibles con la pena capital, según un funcionario del Departamento de Justicia. La causa abierta nombra sólo a siete de las 10 víctimas muertas y no incluye a Malvo por su edad. Una declaración adjunta se refería a él como 'John Doe, menor'.

Muhammad y Malvo, detenidos el pasado 24 de octubre, son sospechosos de haber matado a 10 personas y herido a otras tres en los alrededores de la capital estadounidense entre el 2 y el 22 de octubre. La acusación a nivel federal se produce después de las de Virginia y Maryland. La semana pasada ambos fueron acusados de seis delitos de asesinato en Maryland, donde se produjeron seis de los atentados que se les atribuyen. Muhammad está también procesado por asesinato en Virginia, y ambos sospechosos se enfrentan a cargos de intento de asesinato y terrorismo en ese Estado, una acusación que fue presentada el pasado lunes.

Muhammad y Malvo están acusados de asesinato en Alabama. Además, Muhammad tiene pendiente una acusación de asesinato en Georgia por una muerte ocurrida antes de que empezara la oleada de terror en Washington.

Tanto las autoridades de Virginia como las de Maryland tienen planes de solicitar la pena de muerte, aunque en este último hay vigente una moratoria sobre el máximo castigo. Maryland sostiene que como la mayoría de los asesinatos tuvieron lugar en su territorio, los dos acusados deben ser juzgados primero en sus tribunales.