'Tenemos derecho a reivindicar y vamos a salir de la desesperanza'

De la Amazonia a Río de Grande do Sul, del depauperado sertao nordestino a la poderosa urbe de São Paulo, una ola de ilusión y esperanza recorre Brasil desde el domingo pasado, el día que esta inmensa nación se vistió de rojo, el color de la bandera del Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva, que alcanzó la presidencia de la República en su cuarto intento.

Los sectores más olvidados -pobres, negros, indios- hablan estos días con la sonrisa dibujada en los labios, miran con optimismo el futuro y repiten con orgullo las últimas palabras del primer mensaje del presidente electo, Lula da Silva: 'Siento que un nuevo Brasil está naciendo'. La sindicalista Lareana Tolentino resumía así el nuevo sentimiento que invade a muchos brasileños: 'Tenemos derecho a querer, a reivindicar, y vamos a salir de la desesperanza'.

Pero no sólo son los excluidos los que están dispuestos a dar un voto de confianza al nuevo Gobierno, encabezado por el PT; también desde lo más alto, el presidente electo ha recibido palabras de aliento. El jefe del Estado en ejercicio, Fernando Henrique Cardoso, ha dicho que se siente 'emocionado' de pasar la banda presidencial a un líder de los trabajadores, y ha subrayado que la elección de Lula muestra la movilidad social que hay en Brasil.

En el mundo empresarial, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), Horácio Lafer, ha reclamado apoyo al próximo presidente y ha pedido generosidad a la oposición política y el fin 'de los prejuicios y análisis simplistas' con los que a menudo se ha descrito una eventual presidencia de Lula. 'El pacto social es un instrumento que, si es usado correctamente, tendrá resultados extraordinarios', aseguró.

Desde las filas de la formación que encabezará la oposición, el Partido Social de la Democracia Brasileña (PSDB), uno de sus pesos pesados, Aécio Neves, ya ha dado señales de que no está dispuesto a practicar una oposición frontal e intransigente, y ha llegado a descalificar implícitamente la línea dura que representa el candidato oficialista derrotado, José Serra.

Algunas opiniones vaticinan tiempos difíciles para el presidente. Luiz Carlos Mendonça de Barrios, ex presidente del Banco Nacional de Desarrollo Social (Bndes) y ex ministro del Gobierno de Cardoso, ha declarado que Lula da Silva 'pasará vergüenza' en los inicios de su singladura y que se va a desgastar adoptando medidas impopulares similares a las que aplicó Cardoso. Sólo después de este primer período, el Gobierno del PT podrá poner en práctica sus proyectos sociales, según el ex banquero.