La imagen del rey, los artistas extranjeros y la vida cotidiana
'Las tres exposiciones pretenden la recuperación de un reinado a través de las obras de arte que se producen en la corte y la notable capacidad de mecenazgo de una monarquía', afirma el historiador Miguel Morán. 'El rey compró en Sevilla cuadros de Murillo y la reina compró de Velázquez. No es una actitud nueva de los Borbones'. Para el director del Prado, Miguel Zugaza, es un gran momento del arte en España y en las muestras aparecen como una visualización 'objetiva y real de lo que dio de calidad e interés el reinado de Felipe V'.
El conservador Andrés Úbeda presentó la selección de 63 pinturas de artistas franceses, italianos y españoles, como Hyacinthe Rigaud, Michel-Ange Houasse, Jean Ranc, Louis-Michel van Loo, Andrea Procaccini y Miguel Jacinto Meléndez. 'Es un pasado mal conocido, con prejuicios inaceptables, por lo que se presentan de forma didáctica los retratos y la imagen del poder y el mestizaje de las distintas tradiciones pictóricas', declaró Úbeda.
Las distintas salas del Prado (http://museoprado.mcu.es) ofrecen el retrato francés -con la forma de pintar la familia de Felipe V, de Ranc- los pintores del reinado, las fiestas galantes y diversiones populares, el retrato infantil y la serie de Alejandro Magno, con alegorías de la imagen del monarca que se identifica con el personaje histórico. 'Al rey no le interesó la pintura española, con las pinturas quería recuperar una Francia pintada'.
Dos retratos
Un retrato de 'un verismo violento' de Carlos II, por Carreño de Miranda, y otro de Felipe V, por Rigaud, un monarca francés 'disfrazado a la española', expresan dos visiones del arte. En el Prado, la vida del rey está escrita en una cronología entre 1700 y 1746, pero la legitimidad de Felipe V al trono español, el joven duque de Anjou, nieto de Luis XIV, y la instauración de la dinastía Borbón, se ilustra con retratos y esculturas en el Palacio Real (www.patrimonionacional.es), además de contar la vida cotidiana en el reinado.
La Biblioteca Nacional de Francia ha prestado 60 estampas calcográficas entre el centenar de piezas procedentes de museos extranjeros. Junto con los grabados -siguen la vida del monarca, desde su nacimiento, proclamación como rey, su primer matrimonio con María Luisa Gabriela de Saboya, la conquista del trono durante la guerra de Sucesión- , el montaje incorpora muebles, joyas, vestidos, cuadros (Ranc, Houasse, Meléndez), además de una maqueta de plata de una fortificación y una berlina dorada de la primera mitad del siglo XVIII, restaurada, procedente del Museo de Carruajes de Patrimonio Nacional.
El gusto del monarca se identifica con las grandes tapicerías para la decoración de sus palacios, y la formación religiosa, en los cuadros de Houasse y Solimena, un belén de cera y objetos litúrgicos (casullas y cálices).
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