El PSOE prepara una exhibición de unidad en la proclamación de Zapatero

El PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero quiere reivindicar mañana ante 25.000 personas la historia, el pasado y, singularmente, la victoria y la labor de los gobiernos de Felipe González desde 1982. 'Hemos convertido la nostalgia del 82 en la esperanza de 2004'. Con esta frase, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, sintetiza el sentido de este acto, que seguirá inmediatamente a la proclamación de Zapatero por el comité federal como candidato a la presidencia del Gobierno. González y Zapatero serán los principales oradores, aunque muchos de los ministros del primero dejarán su testimonio.

'Otra forma de ser, otra forma de gobernar'. Este es el lema que el PSOE ha ideado para el acto y que aparecerá junto a una fotografía de José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas quieren dejar claro que en el momento actual se trata de poner en la recta electoral a su líder, aunque el PP ponga el énfasis en el carácter de exaltación del pasado que también tiene esta conmemoración.

'Sí, nosotros tenemos historia y tenemos pasado, nos sentimos muy orgullosos de la historia y de la labor de Felipe González', declaró ayer José Blanco, responsable directo de de la organización de los actos. 'Queremos poner en valor la ingente tarea de Felipe González', remachó Blanco, aunque inmediatamente precisó que 'la nostalgia del 82 supone la esperanza de 2004'.

Lo cierto es que el PSOE, dos años después de la elección de Rodríguez Zapatero como secretario general, aborda su proclamación como candidato a la presidencia -lo que hará el comité federal mañana, antes de empezar el acto en la Plaza de Toros de Vista Alegre, en Madrid-, en un clima de unidad desconocido durante años.

Y esa unidad se pondrá de manifiesto mañana con la presencia prevista en el acto de miles de militantes, pero también de dirigentes y ex ministros de todas las épocas, en otro tiempo encuadrados en familias o sectores. González y 45 de sus ministros simbolizarán la unidad de ese pasado con el presente que personifica Zapatero y su equipo. Alfonso Guerra, Joaquín Almunia, Javier Solana, Jorge Semprún, José Borrell, Rosa Conde, Matilde Fernández, Carmen Alborch, Virgilio Zapatero, Fernando Morán, Javier Gómez Navarro, Carlos Solchaga, José Antonio Griñán, Pedro Solbes, Cristina Alberdi, Ángeles Amador, José Barrionuevo, Tomás de la Quadra... El primer ministro de Economía del PSOE, Miguel Boyer, no ha sido invitado, según Blanco. Boyer abandonó la militancia socialista hace ya bastantes años.

Cuando Felipe González hizo su oferta electoral en 1982 'las derechas dijeron que no se podía pagar la universalización de la sanidad o de la educación y tantas otras cosas', dijo ayer Blanco. 'Ahora dicen que la oferta de José Luis Rodríguez Zapatero es inviable; los ciudadanos verán que es posible'.

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recordado estos días de conmemoración las credenciales con las que presentó su candidatura a la secretaría general hace dos años. Reivindicó la historia del PSOE, con sus errores y sus aciertos y, desde luego, defendió a ultranza de Felipe González.

Fraga rememora el 82

Otro de los principales actores políticos de 1982, Manuel Fraga, entonces jefe de la oposición y hoy presidente de la Xunta de Galicia, manifestó a este periódico que la victoria socialista demostró que, 'pese a los temores y a las amenazas involucionistas a las que se había enfrentado el conjunto de la sociedad española, la democracia se estaba consolidando'.

La clave de aquel resultado hay que situarla, para Fraga, en la crisis de UCD, que convirtió a la Alianza Popular del ex ministro franquista en la principal fuerza de la oposición, con 106 diputados. 'La crisis de UCD se veía venir y no supuso sorpresa alguna para nosotros', asegura. El presidente de la Xunta rememora, no sin cierto deje de ironía, que el PSOE fue 'menos socialista y obrero desde el momento mismo en que ganó las elecciones; era más socialdemócrata, en la línea europea'.

Fraga analizó también la gran victoria de la izquierda y por tanto derrota de la derecha: 'El resultado del 28-O fue el propio de aquel momento histórico. En el centro derecha que nosotros representábamos las reticencias y dificultades a vencer eran muchas. Esa realidad impidió que nuestra alternativa llegase a consolidarse en aquel momento, aunque el paso del tiempo acabó por demostrar su viabilidad'.