Polonia espera cooperar y no competir con España cuando ingrese en la UE

Polonia, el país más parecido a España por tamaño, y en menor medida por desarrollo, de los 10 candidatos cuyo ingreso en la Unión Europea se espera para 2004, desea establecer una relación de cooperación más que de competencia con España, según afirmó ayer en Madrid su ministro de Asuntos Exteriores, Wlodzimierz Comoszewicz. El Gobierno español, que insiste en que comparte ese proyecto, dispensó al enviado polaco una acogida inusual.

Comoszewicz fue recibido ayer por el rey Juan Carlos y por el presidente del Gobierno, José María Aznar, antes de reunirse para almorzar con su homóloga, Ana Palacio. Se trata de la primera visita a España de un representante del Gobierno de izquierda ex comunista surgido en Polonia tras las elecciones del pasado 23 de septiembre.

'España se desarrolló mucho más rápidamente que Polonia desde que ingresó en la UE. Polonia se alegra de ese desarrollo y espera que los españoles no sólo sean observadores [de la adhesión polaca], sino que nos apoyen en este esfuerzo', dijo el ministro polaco, que considera que la aspiración común de España y de su país a seguir beneficiándose de unos fondos estructurales para el desarrollo regional que difícilmente mantendrán su nivel actual en el futuro no tiene por qué traducirse en una pelea por hacerse con el dinero.

La determinación española de mantener tras la ampliación las ayudas percibidas actualmente provocó problemas con el anterior Gobierno polaco, presidido por el centrista Jerzy Bucek.

Comoszewicz afirmó que España puede tener un papel importante incluso en conseguir que el 'trascendental' Consejo Europeo que hoy se reúne en Bruselas avance hacia la ampliación, aunque reconoció que sin un acuerdo franco-alemán cualquier paso será imposible.

Ana Palacio dijo que España, como 'frontera suroccidental de la Unión', desea situar 'al más alto nivel' su relación con Polonia, caracterizada como la frontera oriental de la UE por Comoszewicz. Palacio anunció que el presidente Aznar, que ha visitado tres veces Polonia desde 1998, volverá a Varsovia en el primer trimestre del año próximo.

La gran asignatura pendiente de estas relaciones es la economía, estancada en un saldo comercial de unos 1.200 millones de euros.