Egipto y Turquía amenazan la hegemonía española en la citricultura mediterránea y Marruecos se estanca
España es el primer productor de cítricos del área mediterránea. Una situación que no es nueva y que se mantiene desde hace años sin aparente amenaza de futuro. Pero no es el único país productor del Mediterráneo. Francia, Marruecos, Argelia, Túnez, Italia, Israel, Chipre, Grecia, Turquía, Egipto y Gaza cuentan también con un sector citrícola y son miembros del Comité de Enlace de los países citrícolas mediterráneos (CLAM), que esta semana ofreció los últimos datos de producción y exportación.
Las tendencias en este sector oscilan entre un estancamiento de la citricultura en Marruecos (que se resiente de los problemas de agua y de un arbolado viejo) y un crecimiento de la superficie de producción, que previsiblemente continuará en los próximos años, en Egipto (donde el grueso de las nuevas plantaciones van dirigidas a la exportación) y en Turquía, que cuenta con una citricultura en expansión, de producción diversificada y que tiene en Rusia y los países de su entorno su principal mercado exportador. Es precisamente el Este de Europa el mercado en el que la citricultura española quiere incrementar su presencia durante los próximos años y Turquía y Egipto son los dos países que se perfilan como potenciales competidores de España en el mercado exterior, a pesar de la acusada distancia de las cifras de unos y otros.
Los países agrupados en el CLAM produjeron en la última campaña 17,4 millones de toneladas de agrios, que suponen el 22,4% de la producción mundial de agrios, cifrada en algo más de 77,7 millones de toneladas y donde individualmente destacan por su volumen Brasil y Estados Unidos, con 19,7 millones y 14,8 millones de toneladas, respectivamente. Y entre los miembros del CLAM España acumula una producción de 5,7 millones de toneladas, seguida por Egipto, con casi 3 millones de toneladas de agrios, Turquía con 1,9 millones, Grecia con algo más de 1,2 millones y Marruecos con 1,16. La previsión este año varía ligeramente a la baja y está estimada en 16,9 millones de toneladas. La previsión exportadora, por el contrario, aumenta desde los 5,5 millones de toneladas de la última campaña hasta los 5,7 millones en la actual, según los datos de este organismo, fundado en 1950 para reforzar la acción de cada uno de los países productores de cítricos de la cuenca Mediterránea y que preside Octavio Ramón, del Comité de Gestión de Cítricos.
En el apartado exportador, las cifras de España son de nuevo contundentes, ya que concentra casi el 66% de las ventas al exterior de mandarinas y el 54,25% de las de naranjas.
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