'Misericordia y conversión'

El prefecto de la Congregación del Clero, el cardenal Darío Castrillón Hoyos, rechazó con mayor energía el documento de los obispos norteamericanos de lo que la propia carta oficial hace. El cardenal colombiano señaló que no se puede permitir que acusaciones injustas y no probadas destruyan la vida de una persona en todos los aspectos, el psicológico, físico e incluso económico.

La Iglesia no puede dejar de lado conceptos como la presunción de inocencia, el perdón o la paternidad de un obispo en relación a sus sacerdotes, dijo el purpurado. Castrillón apeló al respeto a los derechos del hombre, además de a la 'misericordia, al perdón y a la conversión, que son principios fundamentales de las enseñanzas evangélicas'.

El cardenal intervino ayer en la presentación de un documento sobre el sacerdocio y explicó que la Iglesia, pese a basarse en los principios indicados, 'no por eso es parcial frente a quien delinque, pero defiende en cualquier caso los derechos y la dignidad de esta persona, en tanto que hijo de Dios'. Si el hijo de Dios es, además, un sacerdote, todo parece indicar que los cuidados de la Iglesia se multiplican porque 'un sacerdote es y sigue siendo un hombre de Dios', precisó. 'El libro de Jeremías subraya que la del sacerdote es una vocación: no es el hombre el que escoge a Dios, sino Dios el que, estando el hombre en el seno materno, lo llama para sí', dijo.

En Estados Unidos el rechazo del Vaticano a las normas contra la pederastia desató las críticas de las víctimas. 'Es una tragedia; estoy sorprendido y destrozado, creemos que esto es un empujón para que los pederastas vuelvan a ejercer su ministerio', declaró David Clohessy, presidente de una de las más importantes asociaciones de víctimas de abusos sexuales de sacerdotes. Desde que estalló el escándalo en EE UU, con el juicio contra un cura que había abusado de 130 menores, 300 sacerdotes han dimitido acusados de pederastia.