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El Banco de Italia pide dinero público para ayudar a Fiat

General Motors amenaza con salirse del grupo si cambia de dueño

Antonio Fazio, gobernador del Banco de Italia, se mostró ayer favorable a la entrada de dinero público en Fiat para evitar el hundimiento del fabricante de automóviles. 'No es un pecado que el Estado intervenga', dijo Fazio, para salvar esta industria, 'siempre que se haga en la manera apropiada'. General Motors amenazó ayer con 'desvincularse' de Fiat Auto si cambia de propietarios.

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El Gobierno de centro-derecha está dispuesto a intervenir en la firma del Lingotto a cambio de que 'congele' su plan de reestructuración que incluye más de 8.000 despidos. Fiat sufrió ayer un nuevo golpe psicológico porque la General Motors, devaluó su participación en la empresa. Según GM, el 20% de las acciones de la casa de Turín por las que pagó 2.400 millones de euros en 2000, apenas valen hoy, antes de impuestos, 200 millones de dólares. El coloso de Detroit advirtió de que si cambia la propiedad de Fiat desaparecerá el compromiso de compra.

La crisis de Fiat Auto pesa sobre la economía italiana, como lo demuestran la caída del 0,7% de la producción industrial en agosto pasado en relación al mismo mes de 2000. De ahí que las instituciones italianas hayan decidido intervenir. El gobernador de Banco de Italia declaró compartir plenamente 'las iniciativas que se han adelantado hasta el momento', para salvar la filial de coches de Fiat, pero insistió en la importancia de que las ayudas se apliquen a un plan industrial. 'Si no, perderemos tiempo y dinero', añadió.

Examen de Bruselas

Pero cualquier ayuda a la casa de Turín deberá pasar el examen de Bruselas, tal y como precisaron el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y el comisario de la Competencia, Mario Monti, ambos italianos. Los dos se han mostrado, sin embargo, comprensivos con las dificultades de Fiat Auto. Antonio Fazio atribuyó la crisis de Fiat a diversas razones. 'Tal vez se produce también por el uso de ayudas públicas, de distorsiones por la creación de actividades no completamente económicas. Puede que haya habido también una contabilidad deficiente', añade el gobernador del Banco de Italia.

La hipótesis que se maneja, tras la reunión mantenida el domingo pasado entre el primer ministro, Silvio Berlusconi, el titular de Economía, Giulio Tremonti, y la cúpula del Lingotto, es la segregación de Fiat Auto del Grupo Fiat. En la nueva sociedad, además de los bancos acreedores de Fiat, estarían la GM y el Estado italiano.

No obstante, el coloso de Detroit dejó claro ayer, al hacer público el balance de cuentas del tercer trimestre, que si cambia la propiedad de Fiat Auto, se sentirá 'desvinculado' del acuerdo de compra suscrito con Fiat en 2000. No está clara cuál será la reacción de GM a una entrada de capital público en la empresa. La fórmula se irá perfilando en la mesa técnica creada a este efecto en el Ministerio de Economía en la que estará representado el grupo Fiat, los sindicatos y los bancos. La primera reunión importante se celebrará hoy con la participación del ministro Tremonti, y directivos de Banca Intesa, Unicredito, Capitalia, San Paolo-IMI, y varias entidades más.

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