Las universidades denuncian que el Gobierno ha rechazado la mitad de las becas Séneca

Más de la mitad de las 3.000 solicitudes de becas Séneca de movilidad entre universidades -conocidas popularmente como las Erasmus españolas- que cumplían los requisitos y habían sido ya preseleccionadas por los centros superiores han sido rechazadas por el Ministerio de Educación. Hasta este curso, prácticamente todos los estudiantes que habían sido preseleccionados por las universidades recibieron la beca. El Gobierno se lo comunicó además a las universidades en el mes de septiembre, inclumpliendo el plazo máximo (el 31 de julio) recogido en la convocatoria y sin ofrecerles una explicación ni darles a conocer el baremo utilizado para dar las ayudas Séneca este curso, según señalan los centros superiores, ya que hasta ahora se hacía precisamente por medio de la preselección de las universidades. El presupuesto para estas becas se ha congelado este curso, mientras que las solicitudes se han multiplicado.

La Red Universitaria de Asuntos Estudiantiles (Runae) -integrada por los vicerrectores de estudiantes de las universidades- ha enviado una carta a todas las universidades en la que califica el recorte de las becas Séneca de 'preocupante' y asegura que el ministerio les dijo que la resulción era 'provisional' y que 'sacaría otra en la que entrarían todas las becas prioritarias', algo que no se ha cumplido.

El retraso en la comunicación de estas ayudas ha provocado que miles de estudiantes no hayan sabido hasta septiembre si podrían irse a estudiar a la universidad de otra localidad española becados, con el perjuicio que esto supone para los que tienen, por ejemplo, que dejar o buscar una residencia, por lo que muchos han desistido ya de marcharse. La resolución de estas ayudas se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 12 de septiembre (con 1.100 becados) y el 20 de septiembre apareció en la página web del ministerio una lista complementaria de otros 118, pero que no se ha sido publicada en el BOE

La demanda se ha multiplicado por cinco desde el inicio del programa en 2000-2001, lo que ha provocado que el presupuesto previsto por el Gobierno (de 4,5 millones de euros en e 2002) no haya sido suficiente para atenderlas. De los Presupuestos Generales del Estado de 2003 se desprende que la cantidad destinada a estas becas para el próximo curso se ha congelado: será también de 4,5 millones.

El programa Séneca fue creado en la etapa en la que Mariano Rajoy fue ministro de Educación (1999-2000) y para ello firmó un acuerdo con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). El principal argumento que se dio entonces fue que 'la movilidad es un elemento deseable en la formación universitaria y un medio para mejorar la calidad de la enseñanza, y, por lo tanto, generador de beneficios tanto para los estudiantes como para las instituciones de enseñanza superior, a la vez que un elemento capaz de contribuir a la integración y mayor cohesión del sistema'.

Entre tres y nueve meses

Los primeros estudiantes afectados por este recorte han empezado a organizarse. En algunas universidades, como en la de León, han creado ya una agrupación. En los tres cursos que llevan otorgándose estas becas el sistema ha sido el siguiente: las universidades realizaban una preselección entre las solicitudes presentadas de acuerdo con el expediente del alumno y la propuesta de movilidad que presenta, y posteriormete se da a las mejores la categoría de 'prioritarias'. Hasta este curso, prácticamente todos los solicitantes con esta categoría habían recibido una beca

. La cuantía de estas ayudas es este año de 480 euros al mes, más 120 euros para el viaje (200, si es desde fuera de la península) y la duración de la beca oscila entre los tres y nueve meses. Para pedirlas, hay que haber cursado entre 30 y 90 créditos universitarios, según el tipo de carrera. En el curso 2000-2001 se concedieron 685 becas; en el 2001-2002, 1.315, y este curso 1.218, un 8% menos que el anterior. Pero las solicitudes se han multiplicado por cinco respecto al pasado año.

Los principales problemas, concluyen las universidades, son que Educación no ha establecido un sistema de baremación 'adecuado y transparente' según el cual se decidan los criterios exactos para otorgar estas becas y que la financiación del programa es insuficiente.