Los consejos reguladores reforzarán el control de las 'rutas de la uva'

Los consejos reguladores de las denominaciones de origen han intensificado en estas fechas de vendimias generalizadas los controles sobre las bodegas y los viticultores para evitar el fraude en la elaboración de vinos de calidad. De acuerdo con estos objetivos, junto a los inspectores fijos que tiene cada organismo trabajando todo el año, en este periodo de especial actividad se han contratado cientos de 'veedores'.

El objetivo es controlar las entradas de uva en cada bodega para evitar el trasvase de producto o de mosto elaborado de una zona productora a otra. La intención del refuerzo de controles es que esa materia prima sólo entre en las bodegas inscritas en los consejos reguladores.

En algunas zonas productoras como Ribera del Duero, hay un 'veedor' (supervisor) por bodega. 'Los controles son muy rigurosos, pero aún así -señala José Manuel Pérez miembro del consejo por la bodega Pérez Pascual-, no se puede poner la mano en el fuego. El vino tiene un buen precio y eso es un incentivo para que alguien cometa irregularidades'.

Cada consejo regulador dispone de un registro de bodegas y viticultores, con su cartilla correspondiente. Y cada consejo tiene también asignados unos rendimientos máximos por hectárea. Estos rendimientos máximos en uva tinta oscilan entre los 6.000 y 7.000 kilos y de 9.000 a 10.000 en blancas, aunque sorprenden los 20.000 kilos asignados por hectárea en la zona de Ribeiro.

La existencia de rutas de la uva en estas fechas de vendimia y durante todo el año, de vino, es una vieja historia. Aunque los movimientos de la materia prima están en función del volumen de cosecha en cada zona, tradicionalmente la uva ha viajado desde zonas excedentarias con bajos precios a otras con precios más altos o con producciones cortas para sus ventas.

Así, los mayores movimientos de uva se hicieron en su momento desde Castilla-La Mancha a otras como Galicia y La Rioja. La compra de uva para Galicia también fue generalizada en el pasado en zonas de Castilla y León como Toro y Bierzo. Igualmente, en el pasado, hubo movimientos de uva desde Toro a Ribera de Duero y de Ribera de Duero a La Rioja.

Subida de precios

Hoy, ese tipo de movimientos se han reducido por dos razones. Primero, por la subida de los precios en algunas de esas zonas de producción y por haberse potenciado su propia denominación de origen como son los casos de Toro, Bierzo o Duero.

No tiene sentido transportar uva de una región a otra cuando la misma se paga a buen precio en la propia zona. El problema se plantea cuando hay una cosecha elevada en una zona determinada y no se puede colocar toda esa uva excedentaria bajo la enseña del consejo. Los mayores controles en las zonas de recepción de uvas o mostos también disuaden a la hora de efectuar los trasvases.

En la actualidad, aún se mantienen trasvases entre unas zonas productoras de uva y otras. Pero, el hecho de que entre uva en Rioja, señala Domingo Rodrigo responsable técnico del consejo regulador, no se puede identificar con la realización de un fraude por cuanto en esta zona productora existen igualmente bodegas dedicadas a la elaboración de vino de mesa que tienen plena libertad para elegir su materia prima allí donde más les interese por calidad o por precio.

De lo que no hay duda en estos momentos es de que con las medidas puestas en marcha el control es total sobre las bodegas que elaboran vino de calidad bajo denominación de origen. En la misma línea de apoyo a la garantía con que cuentan hoy en día los vinos de calidad que se producen en España se manifiesta Pablo Vidal, del Consejo Regulador del Ribeiro. 'Es evidente', afirma Pablo Vidal, 'que se venden como Ribeiro grandes cantidades de vino y que entra mucha uva en Galicia. Pero, en el consejo sólo respondemos de las botellas que llevan su etiqueta'.