Carlos Marzal gana el Nacional de Poesía con una obra sobre 'el pasmo ante la vida'
El poemario 'Metales pesados' recibió también el Premio de la Crítica del año 2001
El poeta valenciano Carlos Marzal obtuvo ayer el Premio Nacional de Poesía 2002, que, dotado con 15.025 euros, concede el Ministerio de Cultura. El libro seleccionado, Metales pesados (editado por Tusquets), es 'un poemario muy extenso que trata de dar cuenta del pasmo y del asombro ante la vida y la existencia, del entusiasmo de la decepción', según explicó su autor. Inscrito en la llamada poesía de la experiencia, Carlos Marzal, de 42 años de edad, consiguió también con la mencionada obra el Premio de la Crítica del pasado año.
'Estoy muy contento. Ha sido una gran sorpresa. Sabía que era finalista, pero suponía que no me lo darían', añadió el poeta en referencia a los libros de 'poetas de peso' como Jenaro Talens, Ángel González y Gabriel Insausti, que formaban el ramillete de favoritos al premio. 'Lo bueno de los premios es que te dan moral para decir que los premios no importan, porque si no te lo dan, no lo puedes decir; pero nadie te lee por si tienes un premio o no, aunque da publicidad para la gente que no lo conoce', indicó.
Marzal resumió el pensamiento de su poemario aludiendo al título de la primera parte, El entusiasmo de la decepción. 'Son poemas de mucho pensamiento, conceptistas, sin dejar de ser claros', ha dicho de la obra Francisco Brines, considerado por el poeta premiado su 'padre y maestro'. Su amigo y compañero de generación, Vicente Gallego, último premio Loewe de poesía, señaló que con Metales pesados Marzal revive 'el mejor barroco conceptista, marca de la casa' y le 'echa un pulso al Juan Ramón más metafísico'.
Marzal reconoció la influencia en su obra del 'Juan Ramón de la última etapa, de Brines y Claudio Rodríguez'. 'Leo a los poetas de la generación de los cincuenta con mucho gusto', añadió este profesor de Literatura de un instituto valenciano, crítico de varias publicaciones y autor de libros como Los países nocturnos o La vida de frontera.
La crítica clasifica la obra de Marzal dentro de la poesía de la experiencia. El autor asume la etiqueta, si bien apunta que, al fin y al cabo, la 'experiencia lo es todo, tanto la biografía como la imaginación o la propia literatura; todo lo que nos afecta'. Experiencia que se acumula de múltiples maneras. Con humor, Vicente Gallego se refirió a él 'como el gran capitán de la noche y el azote del género femenino'. 'La fama que me pone de granuja no es tal. En cualquier caso, ahora soy un ejemplar padre de familia', replicó Marzal en el mismo tono.
El Premio Nacional de Poesía otorgado a Marzal viene a confirmar la existencia de una excelente cosecha de poetas valencianos en la que conviven diversas generaciones, además de dos lenguas. El mismo galardón recayó el pasado año en Guillermo Carnero, y también Brines y Gallego han obtenido importantes premios recientemente. Todos ellos escriben en castellano.
El jurado del Premio Nacional estaba presidido por el director general del Libro, Fernando de Lanzas, y formado además por Luis Mateo Díez, Xohana Hernández, Juan Mollá, Miguel d'Ors, Diego Martínez y Julio Martínez.
Babelia
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