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Vecinos de los cascos viejos de las capitales se unen para combatir el ruido de los bares

Interior prepara una campaña para concienciar sobre el cumplimiento de los horarios

Asociaciones de vecinos de los cascos viejos de las tres capitales vascas han decidido agruparse en torno a una federación para luchar contra el ruido de los bares y presionar a sus respectivos ayuntamientos para que cumplan escrupulosamente la normativa sobre el horario de cierre de estos establecimientos. Representantes de las asociaciones de vecinos Aldapa de Vitoria, Ixo de San Sebastián y Cunorvi de Bilbao comparececieron ante el Parlamento vasco el pasado mes de marzo para poner de relieve los perjuicios que causan a los residentes en los cascos históricos los excesos de la vida nocturna. Durante su intervención, culparon a los hosteleros, ayuntamientos y clientes de su situación.

Las asociaciones de vecinos de los cascos viejos de las tres capitales han decidido ahora pasar a la acción y su primera medida será agruparse para que su discurso tenga más fuerza. La federación recibirá el nombre de Apal ('suave' en euskera). El director de Juego y Espectáculos, Alberto Sanz, ya advirtió en su comparecencia ante la misma comisión del Parlamento de Vitoria en la que participaron las asociaciones que 'los vecinos están a punto de estallar y cualquier día puede haber enfrentamientos graves'.

Las tres asociaciones se mantienen firmes en que el derecho al descanso de los residentes en esas zonas de las capitales es innegociable. Por eso, quieren presionar para que los ayuntamientos -cada uno en manos de un partido diferente-, que son quienes tienen la competencia, hagan cumplir la normativa de horarios y no permitan que los clientes de los bares campen a sus anchas por los cascos históricos molestando a los vecinos que tratan de descansar. En la actualidad, cerca de 30.000 personas viven en conjunto en estas zonas de Bilbao, Vitoria y San Sebastián.

El debate sobre el horario de cierre de los bares es recurrente desde hace varios años, prácticamente desde que el Gobierno vasco promulgó en 1997 un decreto regulando los nuevos horarios de apertura y cierre de los establecimientos hosteleros.

Encuesta

Ese decreto recortaba los horarios de los locales con el fin de rebajar el nivel de ruidos y molestias que ocasionaban a los vecinos. El Departamento de Interior reafirma su confianza en la validez del decreto, que ordena el sector, adopta medidas contra la ruta del bakalao y prohíbe el consumo de alcohol en la calle desde cierta hora.

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Sin embargo, conseguir que la norma se cumpla sigue siendo un reto difícil, especialmente en las zonas de mayor ambiente, como los cascos viejos. Un mes después de escuchar a los vecinos, la Cámara aprobó una proposición no de ley pidiendo a los ayuntamientos mano dura para cumplir el horario de cierre y exigiéndoles que sean más restrictivos al conceder licencias de hostelería para descongestionar las zonas de copas más saturadas. Con esa exigencia, Interior promovió una comisión cuya misión es proponer medidas concretas para cumplir los horarios.

Desde el pasado mayo esta comisión se ha reunido con vecinos, hosteleros y ayuntamientos. Una de las primeras medidas adoptadas es la de organizar una campaña de sensibilización, que permita concienciar a los ciudadanos de que es posible compaginar el ocio nocturno con el descanso. Se trata del paso previo a utilizar medidas más drásticas.

Una encuesta realizada por el Gobierno en torno al horario de los bares el pasado mes de julio reflejó que la mayoría de los ciudadanos cree que prolongar el cierre más allá de lo establecido en el decreto causa ruidos, molestias y favorece el consumo de alcohol y de drogas. La encuesta también indicó que un 60% de los ciudadanos aboga porque los horarios se mantengan como hasta ahora o incluso que se recorten más.

La actividad de ciertos establecimientos, como bares, discotecas y pubs cuyas horas de cierre se prologan hasta altas horas de la madrugada afecta directamente a un 10% de la población por vivir en las proximidades de algunos de estos locales, según los datos que ofrece la muestra.

El decreto de horarios marca que en verano los restaurantes pueden estar abiertos hasta las 02.30, los bares especiales hasta las cuatro de la madrugada y las discotecas hasta las seis. En invierno, los horarios de cierre se acortan en media hora.

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