Aclaración

He visto que soy mencionada en un artículo reciente (EL PAÍS 30-9-2002) sobre reproducción asistida y embriones congelados. Me gustaría dejar patente mi postura como científica en el ámbito de la investigación bioquímica y genética.

Actualmente me dedico a estudiar el desarrollo embrionario y, sobre todo, a investigar la diferenciación de las células del sistema inmunitario para paliar enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1 y la esclerosis múltiple. No sé si conseguiré llevar a buen puerto mi trabajo, nada fácil, por cierto. Se trata de verificar las hipótesis después de horas y horas de laboratorio y de muchos ensayos. Lógicamente, para admitir mis conclusiones, o para desecharlas, sólo caben argumentos científicos. Razones ideológicas o criterios económicos no pueden definir el valor de una teoría o la fundamentación de una hipótesis.

Quisiera informarle de cuál es en estos momentos la posición científica concreta en la que me muevo:

1. Para curar varias enfermedades, hoy por hoy, son una realidad las células madre procedentes del propio paciente (especialmente de la médula ósea), o de un donante compatible.

2. Para probar las posibilidades de futuro de uso de las células madre embrionarias para curar enfermedades es conveniente una investigación; en la lucha por la enfermedad no debe quedar cerrada esa puerta. Ahora bien, esta investigación no puede hacerse con los embriones congelados vivos excedentes de las prácticas de FIV. Existe un número muy elevado de ellos que son cadáveres y con los que se puede trabajar y obtener líneas celulares. Ahora bien, tanto los vivos como los muertos son 'sobrantes', y muy posiblemente con alteraciones. Esto supone que los datos y las líneas celulares que se obtengan tendrán que ser evaluadas en cuanto a alteraciones antes de poder pasar a estudios clínicos. En mi opinión, hay que optar por continuar las investigaciones en marcha para conseguir células madre del tipo y con las propiedades de las embrionarias sin sacarlas de embriones procedentes de una fecundación in vitro.

3. Hay bibliografía científica que demuestra que es mejor la fecundación de óvulos procedentes de un ciclo natural que la fecundación de los óvulos que proceden de la inducción de una multiovulación.

En definitiva, hoy por hoy, considero que con la investigación en células madres adultas avanzaremos más rápidamente y con más seguridad que con células embrionarias, para aportar nuevas posibilidades terapéuticas a enfermedades que actualmente no tienen curación. No excluyo la posibilidad de cambiar esta línea, pero siempre en función de razones científicas, sin apriorismos ni prejuicios. Me resulta muy difícil seguir una argumentación cuando en ella se califica el parecer de una persona por su presunta práctica religiosa.