Sorpresas entre las neuronas
La complejidad del cerebro humano es mayor de lo que en principio se imaginaba. Los últimos estudios confirman que existen amplias zonas en las que proliferan nuevas células: ahora el reto es conseguir controlar y administrar esa proliferación para poder regenerar tejidos y combatir algunas enfermedades. Las últimas investigaciones se debatieron la semana pasada en Alicante en el transcurso de unas jornadas científicas sobre células madre en el sistema nervioso que se celebraron en la Universidad Miguel Hernández con la colaboración del CSIC y del Instituto de Neurociencias de Alicante.
José Manuel García Verdugo (Universidad de Valencia) explicó que 'en el cerebro, incluida la especie humana, hasta hace poco se pensaba que en dos -como máximo tres- regiones había producción de nuevas neuronas o, si se quiere, proliferación celular, pero las últimas investigaciones revelan que esa proliferación es mucho más amplia de lo que podíamos imaginar; al menos lo hemos confirmado en roedores y es probable que esto también ocurra en mamíferos'. El científico que lleva a cabo un estudio, junto a Arturo Álvarez Buylla de la Universidad de California (San Francisco), en el que han localizado nuevas células que dan lugar a neuronas en adultos, sostiene que estas 'células con tanta capacidad proliferativa se van a extender por casi todo el cerebro, en lo que denominamos huecos, que son las cavidades ventriculares', aunque reconoció que por el momento se desconoce cómo controlar esta actividad en las células. Aunque los avances son todavía pequeños, se abren unas expectativas de futuro esperanzadoras: 'Hace unos años esta hipótesis era impensable y ahora al menos podemos soñar y pensar en esta capacidad regenerativa de las células'.
Hay muchas células en el cerebro con capacidad para dar lugar a neuronas
Álvarez Buylla, que también intervino en el congreso, explicó que se ha confirmado que en los seres adultos entre las células existen precursores de distintos tipos, y los que funcionan como precursores primarios o iniciales no corresponden a muchas de las células que se aíslan in vitro en los cultivos de tejidos como células madre. Corresponden, explica este científico, a unas células secundarias, que adquieren el papel de célula madre, lo cual sugiere que hay una gran población de células en el cerebro que tienen esta capacidad, no limitada sólo a las iniciales sino que se expresa en varias células intermedias.
Para Álvarez Buylla la importancia y las aplicaciones de esta investigación son múltiples, ya que, según explica, 'esta hipótesis cambia conceptualmente lo que pensábamos de los orígenes de las distintas células del sistema nervioso y nos indica que hay una gran población de células en el cerebro que tienen capacidad de dividirse y de dar lugar a células de tipo neuronal'.
Más cercano a la realidad del día a día se mostró Alberto Martínez Serrano del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa , que presentó una revisión de las propiedades de las células madre en el sistema nervioso humano. 'He tratado de resumir las distintas fuentes que hay, desde lo que llamamos las células embrionarias hasta el tejido de adulto, y vemos cómo para todas ellas se están elaborando protocolos para poderlas expandir en cultivos de forma que tengamos suficiente número de células como para, hipotéticamente, tratar a un buen número de pacientes'.
Martínez Serrano observa que 'casi todos los sistemas que hay, tanto desde el punto de vista de la fuente de las células como de los métodos de preparación en cultivo son imperfectos, por el momento; cada uno tiene su problema, que en general está relacionado con el hecho de que las condiciones de cultivo son deficientes y se convierte en algo imposible mantener estas células en cultivo durante un tiempo muy prolongado'. Sin embargo, apunta una alternativa que es la 'inmortalización' genética de estas células, aunque esta técnica tiene una desventaja, que es que 'al introducir un gen, que es el que se encarga de que las células se dividan indefinidamente, buscamos cómo silenciar ese gen para que en el momento en que se trasplanten estas células dejen de dividirse'.
En estos momentos el problema fundamental, según Martínez Serrano es 'conseguir a partir de células madre o troncales neuronales generar neuronas de este tipo en la placa de cultivo, o bien, una vez implantadas en el cerebro, cómo lograr que se desarrollen células neuronales'. 'La clave de la investigación está en conseguir cómo orientar la diferenciación de las células', concluye.
Sobre la utilización de células embrionarias considera que éstas 'tienen su ventaja en el sentido de que son inmortales en el cultivo, pueden proliferar, pero tienen una desventaja y es la potencialidad para generar células de todos los linajes del cuerpo humano', lo que hace necesario orientar su diferenciación. Martínez Serrano considera que 'en muchas ocasiones en este campo se están dando demasiados mensajes triunfalistas' a la opinión pública, enfermos y familiares. 'Ahora lo que se tiende', dice, 'es a sobrevender cualquier tipo de investigación y una hipótesis potencial se convierte en realidad y la gente exige resultados y quiere que le implanten células por todas partes'.
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