Un fenómeno editorial
Cuando se publica
Opiniones de un payaso
en 1963, Heinrich Böll 'era ya conocido, pero no reconocido', según recordaría Günter Grass en el discurso que pronunció al recoger el Nobel de Literatura en 1999. El libro conmocionó a Alemania y la primera edición se agotó rápidamente. Böll se convirtió en el intelectual de moda. Un cuarto de siglo después de la publicación de
Opiniones de un payaso,
Mario Vargas Llosa se refería en su libro de ensayos
La verdad de las mentiras
al fenómeno que supuso la publicación de la novela en estos términos: '¿Por qué tuvo tanto éxito en Alemania esta novela inactiva y algo deprimente, donde ocurren tan pocas cosas y proliferan tantas reflexiones? Tal vez porque ella, como la revolución de mayo, fue la gotita de ácido que vino a aguar la fiesta de la bonanza en un país que se había convertido en el más rico de Europa y a mostrar a sus conciudadanos que no todo lo que brillaba alrededor de ellos era oro; que, si observaban con atención crítica en torno, advertirían que aquella prosperidad material se había alcanzado en muchos casos a expensas de lo espiritual'.
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