'Los actuales dirigentes políticos tienen que ser creativos'

Mark Kleiman (Londres, 1957) posee un extenso currículo que incluye la cátedra de Política Social Internacional de la Universidad de Bristol y las direcciones de varios proyectos europeos sobre el desarrollo de las ciudades. Desde hace unos meses, es también asesor del primer ministro británico, Tony Blair, para asuntos sociales. Esta semana participa en el seminario Desarrollo sostenible como base del futuro de las ciudades, organizado por la Diputación vizcaína.

Pregunta. ¿Qué debería venir tras el proceso de revitalización de Bilbao?

Respuesta. Bilbao ha tenido mucho éxito con sus políticas de infraestructura y culturales. El cambio de imagen que presenta al mundo es muy importante. A partir de ahora, necesita construir esos éxitos sobre términos de estrategia en desarrollo económico a largo plazo y desarrollo social.

P. Ese desarrollo afecta a parte de la población, pero hay otra parte que no se beneficia. ¿Cómo hay que actuar?

R. Esto es siempre lo difícil de la regeneración urbana. Es importante no minusvalorar el éxito porque en un principio las acciones simbólicas pueden ser muy importantes La estrategia debe ser económica, cultural, medioambiental y política, en el sentido de atraer apoyo para esas políticas. Es sencillo establecer la estrategia, pero muy difícil llevarla a la práctica.

P. ¿Cómo vislumbra el futuro de las ciudades europeas?

R. Las ciudades son los motores del crecimiento económico y en donde la mayoría de la población vive. En un sistema de distintos niveles de gobierno, el de la ciudad es tan importante como el nacional o el europeo. Por eso, los dirigentes políticos actuales tienen que ser creativos. El líder no debe ser un general al mando de un ejército, sino un empresario que posea varios elementos para conseguir el éxito.

P. El flujo a las ciudades junto a la inmigración conlleva un problema de infravivienda. ¿Qué políticas hay que diseñar para evitar los guetos?

R. El proceso actual no es distinto al de los dos últimos siglos. Sin embargo, ahora es más complicado porque en las ciudades la gente no sólo viene del campo, sino de otros países. A largo plazo, eso puede ser bueno porque las ciudades se nutren de la creatividad. Pero, a corto plazo, hay muchos problemas a la hora de suministrar viviendas, servicios públicos,...

P. ¿Qué dirección deben llevar las políticas europeas para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos?

R. No deben imponerse las políticas de arriba a abajo. Las ciudades y regiones deben utilizarse unas a otras como referencia y así aprender directamente lo que les beneficia.

P. ¿Es necesaria una suprapolítica o cada ciudad debe tener su propio gobierno?

R. Los planes supranacionales nunca han funcionado. Está claro que cada ciudad necesita los suyos propios.