"Lo real maravilloso"

En el prólogo de El reino de este mundo, Alejo Carpentier se refiere a 'lo real maravilloso'. El concepto daría la vuelta al mundo, transfigurado en 'realismo mágico', abriendo una de las etapas más fecundas de la literatura latinoamericana.

Carpentier había nacido en La Habana en 1904. A los 17 años interrumpió sus estudios de arquitectura para emplearse como tipógrafo y luego como periodista. En 1923 participa en la constitución del Grupo Minorista junto al poeta Nicolás Guillén y Julio Antonio Mella, también fundador del Partido Comunista de Cuba. El manifiesto del grupo, publicado en 1927, enfrenta a sus firmantes con la dictadura de Gerardo Machado. Carpentier y algunos amigos terminan en la cárcel. Allí escribirá su primera novela, ¡Ecué-Yamba-Ó!, que se publica en España en 1934.

Tras conseguir la libertad condicional, huye de Cuba y se instala en París, donde trabaja de corresponsal y traba contacto con los surrealistas. 'Entonces fue cuando me volví hacia América Latina, como movido por una revelación'. Dedica los siguientes diez años a estudiar la historia, la economía y la literatura del continente. Producto de esta dedicación nace Historia de la música cubana.

Entre 1945 y 1959, Carpentier reside en Venezuela. Es su etapa más fecunda en lo literario: publica El reino de este mundo (1949), Los pasos perdidos (1953) y Guerra del tiempo (1958). Cuando Castro ocupa el poder, el escritor vuelve a Cuba para apoyar la revolución desempeñando diversos cargos políticos y docentes. Lleva ya consigo el manuscrito de El siglo de las luces. Desde 1970 es agregado cultural de la embajada en París. Allí escribe Concierto barroco (1974) y La consagración de la primavera, novela que publica tras recibir el Premio Cervantes en 1977. El 24 de abril de 1980 muere en la capital francesa y sus restos son trasladados a La Habana.