Bush anuncia que dispone de un creciente apoyo internacional para atacar a Irak
El presidente norteamericano recibe en Camp David el pleno respaldo de Berlusconi
Estados Unidos utiliza dos barajas para jugar la partida de Irak en la ONU. El secretario de Estado, Colin Powell, sigue negociando en Nueva York con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad una resolución con un ultimátum para que Sadam Husein acepte el retorno de los inspectores de armas. Pero el presidente, George W. Bush, no se siente vinculado a lo que decida la ONU. Ayer, durante un encuentro con el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, reiteró que su Gobierno estaba dispuesto a actuar en solitario y elevó la presión sobre la institución internacional repitiendo el desafío formulado el jueves ante la Asamblea General: o la ONU aceptaba las posiciones estadounidenses o quedaba 'condenada a la irrelevancia'.
Estados Unidos amplía de 4 a 20 los corredores aéreos que sobrevuelan las islas Azores
Bush dedicó a la cuestión iraquí su alocución radiofónica de los sábados y anunció que disponía de un creciente apoyo entre la comunidad internacional. El presidente dijo que cuatro aliados pedían ya, como él, que el mundo se movilizara contra Sadam Husein, y los citó: el primer ministro británico, Tony Blair; el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi; el jefe del Gobierno español, José María Aznar; y el presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski.
Después de la reunión con Blair en Camp David, el pasado sábado día 7, ayer fue Berlusconi quien acudió al retiro presidencial de las montañas de Catoctin, en Maryland, al norte de Washington. Un funcionario de la Casa Blanca explicó que el dirigente italiano había conseguido la codiciada visita a Camp David gracias a sus 'repetidos esfuerzos por alinear su política exterior con la de Bush'. José María Aznar ya fue invitado a Camp David en su último viaje a Estados Unidos.
'La bandera estadounidense no sólo representa a un país, sino que es un símbolo de libertad y democracia para todo el mundo', proclamó Berlusconi a su llegada a la finca rural de Maryland. Bush, que ya había utilizado fragmentos textuales de su discurso ante la ONU, el pasado jueves, en su alocución radiofónica de ayer, repitió junto a Berlusconi su desafío a la institución internacional: 'La ONU debe probar que sirve para algo. Es su última oportunidad. O demuestra ser capaz de imponer a Irak las resoluciones de su Consejo de Seguridad, o quedará condenada a la irrelevancia en el siglo XXI', declaró.
El secretario de Estado, Colin Powell, espera conseguir antes del fin de la semana próxima un acuerdo en el Consejo de Seguridad para que se apruebe una nueva resolución sobre Irak, con un ultimátum para que Sadam cumpla en un plazo breve las 16 resoluciones anteriores. Powell cuenta ya con la adhesión incondicional del Reino Unido y ha convencido a Rusia, China y Francia, las tres potencias con derecho a veto que se muestran escépticas, para que acepten la necesidad de un ultimátum. Falta acordar fechas y plazos, y decidir qué ocurriría si, como pronostica Bush, Sadam Husein se negara a acatar las condiciones de la ONU. Bush admitió ayer que el presidente ruso, Vladímir Putin, había condicionado su apoyo a que se le permitiera actuar contra los grupos islámicos de Georgia.
'Irak ha desafiado todas las resoluciones de la ONU desde la guerra del Golfo, no una, ni dos veces, sino 16 veces', proclamó George W. Bush en su reunión con Berlusconi. El propio ministro ruso de Asuntos Exteriores, Ígor Ivanov, dijo el viernes que el Gobierno iraquí debía 'hacerse responsable de las consecuencias' si seguía haciendo caso omiso de las resoluciones, reflejando el consenso internacional sobre la insostenibilidad de la situación y la peligrosidad del régimen de Bagdad.
Lo que pocos entienden, en el exterior y en el Congreso estadounidense, es la prisa de la Casa Blanca por acabar con Sadam Husein, cuando la paz en Afganistán y la estabilidad en Pakistán distan de estar aseguradas. Bush no ha explicado, por ahora, qué piensa hacer cuando haya conseguido su objetivo de acabar con el régimen iraquí: quién será el sustituto de Husein, cuánto tiempo y en qué número deberán permanecer en el país las tropas de Estados Unidos, y los costes económicos, riesgos humanos y consecuencias geopolíticas de la campaña. La CIA ha desistido de sus esfuerzos por vincular al régimen de Bagdad con el terrorismo internacional, aunque Bush, ayer, no cejó en el empeño: 'Esos tipos', dijo, refiriéndose a los miembros de Al Qaeda, 'estarían dispuestos a cooperar con Irak'.
[El Gobierno estadounidense ha pedido a las autoridades de Portugal permiso para utilizar la base aérea de Lajes, en las islas Azores, como punto de apoyo logístico en caso de conflicto en el golfo Pérsico, informa Efe. EE UU ha reservado 20 corredores aéreos sobre el Atlántico. En situación normal, los militares estadounidenses sólo tienen reservados cuatro corredores aéreos.]
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