El PSOE concibe la UE como federación de Estados sometida a una Constitución

El PSOE concibe la Unión Europea como una federación de Estados cuya norma suprema sea una Constitución breve y sencilla sometida a referéndum de los europeos. Así se ha incluido en el documento sobre el futuro de Europa que, tras un largo debate iniciado en abril, será presentado hoy en Madrid por el secretario general de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero. En su elaboración han participado los tres socialistas españoles miembros de la Convención sobre Europa, José Borrell, Carlos Carnero y Diego López Garrido, éste como coordinador.

En el documento han colaborado también figuras del PSOE: Felipe González, José Bono, Trinidad Jiménez Manuel Marín, Joaquín Almunia, Pasqual Maragall, Nicolás Sartorius, Luis Yáñez o Ricardo Peralta y el propio Rodríguez Zapatero.

El documento apuesta por reforzar el papel del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea, que pasaría a ser un auténtico Gobierno de la UE, cuyo presidente designaría la Eurocámara, y no como ahora los jefes de Estado y de Gobierno. Una de las mayores innovaciones del documento es el papel que los socialistas españoles dan al Consejo de la UE, el máximo órgano de la Unión. El PSOE considera que podría funcionar como un jefe de Estado colectivo y no descarta la posibilidad de que pudiera estar presidido durante unos años por una personalidad designada por los jefes de Estado y de Gobierno. Esa tesis la defienden con rotundidad el británico Tony Blair, el francés Jacques Chirac y el español José María Aznar.

El PSOE, con una concepción mucho más federal de Europa, se separa de los tres cuando sostiene en el informe que, en su función legislativa, el Consejo de la UE se convertiría en una segunda cámara integrada por representantes designados por los Gobiernos. El PP español tampoco desea que la Eurocámara elija al presidente de la Comisión, pese a que así se recoge en el documento elaborado por la oficina política del Partido Popular Europeo (PPE), que hoy se debatirá en Cerdeña (Italia) en una reunión de líderes conservadores, convocada por Silvio Berlusconi.

Donde los socialistas se separan más del PP español es en su apuesta por una Europa con un modelo social propio que aspire al pleno empleo y reconozca los derechos de los ciudadanos. Respecto al papel de las autonomías, el PSOE quiere que el Comité de las Regiones, hoy un órgano consultivo de la UE, sea una institución más de la Unión con capacidad, por ejemplo, de recurrir ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.

La apuesta del PSOE por una Constitución para Europa es totalmente decidida. Proponen que la misma esté por encima de cualquier norma legal europea y que incluso las actuales constituciones nacionales se adapten a la misma. A ella se incorporaría la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

El informe socialista aboga también por aumentar el presupuesto de la UE -el techo actual es el 1,27% del PNB comunitario-, dar personalidad jurídica única a la Unión, crear un Tribunal Constitucional o nombrar un fiscal europeo para delitos supranacionales. Propone la clásica separación de los tres pilares de la UE -mercado único, exteriores y defensa, y justicia e interior- y la reducción a sólo tres -Exteriores y Defensa, Asuntos Generales y Ecofin- de los actuales nueve consejos de ministros de la UE (hasta junio pasado eran 16).

Los socialistas quieren lanzar desde hoy un gran debate nacional sobre el futuro de Europa. Tras la exposición del documento, lo presentarán de inmediato para su discusión con el Gobierno en el Parlamento y después se convertirá en la aportación oficial de los socialistas españoles a la Convención, presidida por el francés Valéry Giscard d'Estaing. A la vez, pretenden abrir debates en todos los ayuntamientos españoles para que de los mismos surjan ideas que también puedan ser llevadas ante la Convención. El informe que hoy presenta Rodríguez Zapatero fue aprobado por la Ejecutiva Federal del PSOE el pasado día 2, una vez recogidas las enmiendas aprobadas al documento global que en julio redactó López Garrido.