Mejoría técnica

Los mercados de valores esperaban un repunte técnico después de los fuertes recortes de las últimas sesiones y el descenso en la tasa de desempleo en Estados Unidos en agosto ha sido el argumento base para esa reacción.

El paro bajó dos décimas en Estados Unidos, cifra que da más importancia a los datos sobre productividad y costes laborales publicados el día anterior. La economía de Estados Unidos crece despacio, pero lo hace sin generar más desempleo y rebajando los costes laborales, razones más que suficientes para que la inversión a corto tomara posiciones apostando por una posible continuidad de este movimiento.

El Ibex 35 ganó el 2,98% y el índice general de Madrid el 2,53%, aunque en la semana han perdido el 2,71% y 2,51%, respectivamente. La que podía haber sido la peor semana del año -el Ibex 35 acumulaba una caída del 5,52% hasta el pasado jueves- ha sustituido el miedo a superar los mínimos anuales por una sensación de alivio que debe tener alguna continuidad para ser efectiva.

En Europa el comportamiento era mejor, a pesar de que la economía en la eurozona crece muy despacio y se han revisado a la baja las perspectivas para los próximos trimestres. París subió el 3,42% y Francfort ganaba el 3,35% antes del cierre. Londres subió el 2,32%.

El mercado español se mostraba más reticente a las apuestas, incluso contando con el respiro concedido a Argentina por el FMI al aplazar el pago más inmediato de su deuda. Los inversores mantienen la desconfianza como primer argumento entre sus elementos de análisis y sólo un tirón del conjunto de los mercados podría cambiar esa manera de ver las cosas.

La contratación en el Mercado Continuo era una prueba evidente de esa desconfianza de los inversores, pues se quedó en 910,75 millones de euros, apenas dos tercios de lo negociado en la jornada anterior.