El plan para revitalizar la Margen Izquierda cumple dos años de retraso

La segunda fase del plan de revitalización de la Margen Izquierda no empezará a impulsarse hasta el próximo trimestre, con casi dos años de retraso sobre lo previsto. Los promotores de la iniciativa, los principales partidos políticos vizcaínos (PNV, PP, PSE y EA), aún no han consensuado el documento que detalle las actuaciones para los próximos años. Ya existen borradores que hablan de la creación de más de 3.000 puestos de trabajo en la industria. Esta segunda fase estará dominada por la fuerte inversión de las centrales energéticas en el Puerto de Bilbao.

El nuevo programa de revitalización de una de las comarcas más deprimidas económicamente de Euskadi tenía que haberse iniciado el pasado año. La primera fase tuvo vigencia entre 1997 y 2000 y nació para hacer frente a la crisis industrial de la Margen Izquierda, la más afectada por la reconversión de la década de los 80.

La importancia del proyecto parte de que ha comprometido a todas las instituciones (los gobiernos central y vasco, la Diputación vizcaína y los 11 ayuntamientos de la zona) además de PNV, PSE y Partido Popular. Eusko Alkartasuna se ha sumado a la segunda fase, mientras que Izquierda Unida y Batasuna se han mantenido siempre al margen. Los detractores del plan inciden en que la mayoría de los proyectos, sobre todo los de la iniciativa privada, se desarrollan por sí solos y que el programa apenas tiene incidencia en la creación de riqueza.

Pese a que en enero de 2001 se firmó la segunda fase del programa de revitalización, su puesta en marcha ha estado paralizada prácticamente estos dos años. La comisión de seguimiento del plan no se reunió hasta el pasado mes de noviembre debido a las disputas de los partidos políticos -en ese periodo de parálisis se celebraron las últimas elecciones autonómicas- y, aunque se formaron cuatro comisiones por áreas, todavía se carece del documento final que detalle las actuaciones.

Cambio de plazos

La demora impedirá además cumplir la vigencia del plan prevista inicialmente, de 2001 a 2004. Es probable que incluso se extienda entre 2003 y 2006, si no se acaba de aprobar en lo que resta de año.

El programa de revitalización en esta segunda fase no se circunscribe sólo al área industrial, como ocurrió en la primera. Las cuatro comisiones constituidas son, además del sector de la industria, las de infraestructuras de transporte y comunicación, empleo y bienestar social y medio ambiente y vivienda. Cada una de ellas está integrada por ocho miembros, dos en representación de cada uno de las cuatro instituciones participantes.

El borrador del área de industria prevé la creación de casi 3.100 empleos como resultado de proyectos de inversión valorados en más de 200 millones de euros. Estos planes se basarían en tres programas de ayudas impulsados por el Gobierno vasco y la Diputación.

El texto de sintesís del plan de revitalización debe aprobar, tras analizar los documentos de las cuatro áreas, los programas que se realizarán durante los cuatro próximos años. Además, en él se definirá la inversión global, que puede rondar los 1.000 millones de euros. Esta elevada cantidad se explica porque se incluyen las plantas energéticas del Puerto de Bilbao -Bahía Electricidad y Bahía Gas- que por sí solas absorben alrededor de 600 millones.

El acuerdo político suscrito en enero de 2001 preveía también otras actuaciones, como el túnel del Serantes, el nuevo acceso ferroviario de las mercancías al Puerto de Bilbao; el parque industrial de Burtzeña o el compromiso para aprobar el Plan Territorial Parcial del Bilbao Metropolitano, la magna iniciativa urbanística que prevé habilitar un eje viario sobre el Nervión entre Bilbao y Santurtzi.

Como en el primer programa, el gran objetivo es la equiparacion de la tasa del paro de la Margen Izquierda a la media del País Vasco. Según los últimos datos, todavía hay más de tres puntos de diferencia negativa en esta comarca repecto a Euskadi, donde la tasa ronda el 8%. Sin embargo, la diferencia en 1997 era de casi 11 puntos, por lo que esta reducción lograda fue uno de los aspectos más valorados por los firmantes del pirmer plan de revitalización. En él se captó una quinta parte de la inversión prevista y se crearon algo más de la mitad de los puestos de trabajos barajados: 270 millones de euros y 2.300 empleos.