Los usuarios y los partidos de la oposición critican las subidas de la luz y del teléfono

Los anuncios de próximas subidas en las tarifas eléctricas y telefónicas realizadas por los ministerios de Economía y de Ciencia y Tecnología han encrespado los ánimos de los partidos de la oposición y de las asociaciones de consumidores, que consideran los anuncios una ruptura de las promesas realizadas por el Gobierno al hilo de la privatización de empresas públicas y la apertura de mercados. El portavoz socialista, Jesús Caldera, calificó las subidas de 'injusticia', mientras que IU exigió al Ejecutivo que no se someta a las presiones de las grandes compañías.

Los anuncios del Gobierno han sentado muy mal a las organizaciones de usuarios y a los principales partidos de la oposición. Ni las explicaciones ofrecidas por el secretario de Estado de Economía, José Folgado, explicando que la subida de tarifas eléctricas será inferior al 2% hasta 2010, lo que beneficiará en términos reales al consumidor; ni las ofrecidas por el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, justificando una próxima subida de tarifas del teléfono en la necesidad de consolidar la situación de las compañías, han conseguido disipar la sensación de que la presión empresarial ha hecho mella en el Ejecutivo.

Así lo manifestó ayer, por ejemplo, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), para la que los anuncios de subidas suponen 'un claro retroceso con respecto a las reiteradas promesas del Gobierno, que siempre ha asegurado que las políticas liberalizadoras iban a aumentar la calidad del servicio y bajarían los precios'. 'Subir las tarifas utilizando el recurso de la competencia nos parece, además, perverso e inaceptable'.

Contundencia

No menos contundente, el director general de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), José María Múgica, manifestó que la reforma del sistema de precios máximos que debía regir en la telefonía fija hasta 2003, con la consiguiente subida 'pone de manifiesto la falta de respeto con la que se toman en este país las decisiones que afectan a los consumidores'. A Múgica tampoco le convencen las explicaciones dadas por el ministro Piqúe, asegurando que las subidas serán 'en promedio' inferiores a la inflación, porque, en su opinión, tales matizaciones lo único que pretenden es presentar como una bajada de precios lo que en realidad es un incremento de los mismos.

Las asociaciones de usuarios, al igual que la oposición, recuerdan que el Gobierno presentó 'a bombo y platillo' paquetes de medidas liberalizadoras (junio de 2000) que llevaron incluso al ministro de Economía, Rodrigo Rato, a prometer descensos en los precios de la electricidad del 9% en tres años, que a la ahora de la verdad no han podido llevarse a cabo.

En esta línea, IU señaló ayer en un comunicado que el Gobierno está 'realizando auténticas piruetas dialécticas', anunciando que no habrá 'subidas reales' de las tarifas para tratar de ocultar que los aumentos en el recibo sí se van a producir de hecho, en contra de lo que se venía anunciando. El PSOE, a través de su portavoz en el Congreso, Jesús Caldera, fue incluso un poco más lejos al asegurar que las tarifas telefónicas deberían incluso bajar, criticando de paso el actual sistema de precios que, a su juicio, está hecho 'para proteger a Telefónica'.

Aplauso empresarial

Lejos de las críticas, las empresas de telecomunicaciones mostraron ayer su satisfacción por el anuncio de próximas subidas realizado por el ministro Piqué. Así, el director general de la Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones (Astel), Félix Álvarez-Miranda, calificó el anuncio de 'esperanzador' para los operadores y solicitó al Gobierno que concrete cuanto antes su anuncio de reformas en el sistema de tarifas. De hecho, la revisión del sistema de tarifas en el sector podría ser examinado mañana mismo por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos.

Entre otras cosas, el Gobierno tendrá que decidir si la subida de precios del teléfono tiene en cuenta el objetivo de inflación del BCE para la zona euro (2%), como es el caso de las tarifas eléctricas, o, por el contrario, toma como referencia la inflación real de la economía española.