Espías palestinos intentaron captar con citas falsas a mujeres militares

Dos ciudadanos palestinos de Jerusalén oriental fueron encausados ante un tribunal israelí por haber intentado hace tres años reclutar a mujeres que habían comenzado o estaban a punto de empezar su servicio militar. Los dos encausados habrían actuado supuestamente como intermediarios del Servicio de Seguridad Preventiva palestino, que pretendía recabar información interna del Ejército israelí.

La oficina del primer ministro hizo público un comunicado en el que explica cómo dos palestinos del barrio de Beit Safafa, situado en la parte sur de Jerusalén, actuaron como intermediarios del Servicio de Seguridad Preventiva de la ANP, con el objetivo de reclutar informadoras dentro del Ejército israelí. Para ello concertaron citas entre las jóvenes militares, y agentes de inteligencia palestinos, que se presentaron ante ellas como hombres de negocios bien vestidos logrando incluso que alguna viajara hasta Ramala para celebrar las entrevistas.

Según el comunicado oficial, la trama fue descubierta tras procesar ciertos documentos que fueron interceptados el pasado abril en el transcurso de la campaña Muro Protector, dentro de la sede central del servicio que dirigía el entonces todopoderoso Yibril Rayub, situada en la localidad de Betunia. Aparentemente se llegaron a efectuar pagos a las confidentes, tanto en metálico como con pequeñas cantidades de droga. No obstante, dada su baja graduación dentro del estamento castrense, nunca llegaron a tener acceso a información clasificada como secreta.

Hasta el momento no se habían descubierto otros casos similares orquestados por los servicios de inteligencia palestinos, aunque sí por la guerrilla del movimiento fundamentalista shií libanés Hizbolá.

Comisión de investigación

El ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliécer, dio orden al jefe del Estado Mayor del Ejército, Moshe Ya'alon, de reunir un panel de expertos que analice las tres últimas operaciones militares, efectuadas en un barrio del sur de la ciudad de Gaza, en la localidad cisjordana de Tubás y en el pueblo de Bani Naim, que causaron la muerte de 12 civiles y un solo terrorista. Según las directrices dadas por Ben Eliécer, la comisión ha de presentar sus conclusiones este viernes con el objetivo de minimizar la posibilidad de que se produzcan nuevas bajas civiles.

El presidente palestino, Yasir Arafat, recibió la noticia con escepticismo, declarando que 'estas investigaciones las hacen sólo para el consumo mediático'. Por otra parte, el titular palestino de Interior, Abdel Razek Al Yahiye, volvió ayer a llamar públicamente al final de la violencia. 'Todos las acciones de resistencia violentas, tales como el uso de armas e incluso el lanzamiento de piedras, son dañinas. Apelo a una resistencia civil dentro de un marco de lucha política', señaló.