Sanidad concluye que la fábrica de hielo causó la legionela de Mataró

Los análisis genéticos practicados en la torre de refrigeración clandestina de una fábrica de hielo de Mataró han demostrado, según el Gobierno catalán, que esta instalación causó el brote de legionela que hasta ahora se ha cobrado dos vidas y ha afectado a 107 personas. Ayer quedaban ingresados cinco pacientes.

Los técnicos han aislado la bacteria en cinco afectados y han constatado con un análisis genético que la cepa de dos de los enfermos coincide con la cepa de la torre de refrigeración de la empresa de hielo, la última que fue localizada y que no estaba censada. Esta torre pertenece a la firma Hielos del Maresme, una empresa que todavía no disponía de permiso municipal para funcionar y que se halla situada en la zona donde residía o trabajaba la práctica totalidad de los 107 afectados.

La torre de refrigeración estuvo emitiendo los aerosoles contaminados por la bacteria hasta el pasado día 16 de agosto, cuando fue descubierta y clausurada por los técnicos que rastreaban el barrio en busca de posibles focos. El consejero de Sanidad, Eduard Rius, cargó ayer duramente contra los propietarios de dicha torre 'por no haberla censado y no mostrar ningún interés en colaborar con la investigación'. Los propietarios de esta torre la limpiaron con lejía, pero no comunicaron su existencia a los técnicos que, desde principios de agosto buscaban el causante del brote de legionelosis del barrio de Cerdanyola, en el que viven 32.000 personas.

Los análisis genéticos practicados por la Generalitat también han demostrado que las otras cuatro torres contaminadas no fueron las causantes del brote de legionelosis.

Aunque en el barrio de Cerdanyola siguen apareciendo nuevos casos de legionela -ayer se diagnosticaron dos más-, el consejero de Sanidad recordó que 'los síntomas de estos dos pacientes aparecieron antes de los 10 días posteriores al cierre de la torre de refrigeración', por lo que considera probado que estos últimos enfermos se contagiaron por los efectos de la torre clausurada. 'En los próximos días puede seguir apareciendo algún caso nuevo', advirtió Rius, quien considera que el brote está remitiendo, pero 'no puede darse por cerrado'.

El alcalde de Mataró, el socialista Manuel Mas, se mostró ayer aliviado: 'Nos han sacado un gran peso de encima porque necesitábamos saber si los enfermos y la bacteria derivaban de esta torre'. 'Esto se ha acabado. Ahora ya podemos explicar a los ciudadanos de Mataró que la causa está clara'.

Con el origen del brote aclarado, el Ayuntamiento de Mataró quiere ahora seguir de cerca la evolución de las investigaciones pendientes. Por ello, ayer anunció la creación de un comité técnico que comprobará los datos que proporcione el Gobierno catalán. Las autoridades locales explicaron que, pese a que confían en las informaciones de la Generalitat, esta medida reforzará la confianza y la seguridad de los vecinos del barrio de Cerdanyola. El organismo estará dirigido por un técnico del consistorio e integrado por otros de Sanidad, del laboratorio municipal y de la Diputación de Barcelona. El Ayuntamiento también ha propuesto a las asociaciones de vecinos que designen a un técnico de confianza para incorporarse al comité. Éstas, además, recogerán las dudas y demandas de los ciudadanos para trasladarlas a la comisión técnica.

El consistorio habilitará el actual punto de información a los ciudadanos para atender a cada uno de los afectados por el brote. La oficina de atención no se creará hasta que el Gobierno catalán decrete el fin del brote. En ella, los afectados recibirán asistencia jurídica y social. El alcalde de Mataró, sin embargo, considera que no todos los afectados acudirán a los tribunales 'ya que la edad media de los afectados es menor de la habitual en este tipo de brotes y no les quedarán secuelas'.