El número de matriculados en la UCE se reduce a casi la mitad en dos años

Aunque el nuevo rector de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE) opinó ayer que se debe a 'hechos circunstanciales' -cambio de ubicación, mal tiempo, un día menos de clase-, lo cierto es que esta universidad, que funciona desde 1969, vive sus momentos más bajos. Según datos aportados por el equipo rector, en su 34ª edición han pasado por la UCE 681 alumnos, lo que supone que el número de alumnos matriculados se ha reducido a casi la mitad en sólo dos años.

En la edición de este año, el número de matriculados ha descendido el 13% respecto a la de 2001, que contó con 790 alumnos. Pero el punto de inflexión a la baja se da con respecto a 2000, cuando hubo un total de 1.300 matriculados; es decir, casi el doble que en 2002.

'Ahora mismo no recuerdo', respondió ayer Joan Becat, secretario del patronato de la UCE, al ser interrogado sobre los datos de matriculación de 2000 que él mismo aportó. La drástica disminución del número de matriculados coincide con la contundente rebaja de las aportaciones de la Generalitat, que vehicula las subvenciones a través de varios departamentos como Enseñanza, Presidencia, Universidades, Trabajo y Agricultura.

Según datos exhibidos por la consejera de Gobernación, Núria de Gispert en el Parlament, en 1998 el Gobierno catalán aportó a la UCE 162.263 euros (27 millones de pesetas,) en 1999 la cifra se rebajó hasta 138.232 euros, en 2000 cayó hasta 120.202 y en 2001 no llegó a los 60.000 euros (10 millones de pesetas).

Según datos del rectorado, en 2002 la aportación de la Generalitat ha vuelto a subir hasta los 120.000 euros, como en 2000. Joandomènec Ros, actual rector de la UCE y que este año cumple el primer mandato, adujo desconocimiento sobre las aportaciones de la Generalitat los años anteriores, pero defendió la disminución de las subvenciones con un 'si se saca por otros lados (diputaciones, ayuntamientos) quizá no ha hecho tanta falta pedir a los distintos departamentos'.

La crisis que vive esta universidad, a la que algunos reprochan su abandono del rigor academicista en pos de un foro meramente catalanista, tuvo su coup de grace con el anuncio, el pasado febrero, del abandono del patronato de la UCE por parte del Institut Joan Lluís Vives, que agrupa las 18 universidades del ámbito lingüístico catalán. Las universidades optaron por salir del patronato tras su protesta por la forma en que se llevaron a cabo los cambios en la dirección de esta institución el pasado año: la designación de Miquel Porter, hasta entonces rector de la UCE, como presidente de la fundación de la universidad en sustitución de Manuel Castellet puso de manifiesto la división en la entidad. Josep Guia, miembro del patronato de la UCE, criticó al equipo rector durante la celebración de una asamblea el pasado martes por 'no reconocer la dura crisis que está viviendo la universidad' y por no esforzarse en recuperar las universidades al patronato.