Cambio de guardia
A Iñaki Sáez no le gusta darle demasiadas vueltas a las cosas. Tampoco a sus equipos de fútbol. El técnico vasco tiene probado y contrastado que jugar con una defensa de cuatro, un doble pivote, una segunda línea de tres centrocampistas ofensivos y un punta funciona. El currículo que ha reunido al frente de las selecciones inferiores le avala para que procure implantar el 4-2-3-1 en el equipo nacional absoluto desde mañana mismo.