Expedientados los dos guardias civiles que mataron a un joven atracador en Sevilla
El ladrón de 18 años falleció ocho horas después de recibir un disparo en la cabeza
La Guardia Civil ha abierto expediente informativo a los dos agentes que participaron en el tiroteo del pasado martes en el que murió un atracador de 18 años tras recibir un balazo en la frente y otro en un muslo en Sevilla. Los agentes no serán suspendidos en sus funciones, pues sus superiores consideran que usaron sus armas para defender sus vidas, ya que no podían saber que los cuatro disparos que lanzó en su dirección el joven eran en realidad salvas de fogueo.
Marcos R. C., de 18 años, que recibió un tiro en la cabeza -con orificio de entrada en la frente y de salida cerca del occipital- y otro en un muslo falleció hacia las diez de la noche del martes, ocho horas después de resultar herido cuando intentaba fugarse de dos guardias civiles que le perseguían después de haber atracado un estanco en el barrio sevillano del Parque Amate. El joven no logró salir del coma en el que entró tras recibir el impacto de bala en la cabeza.
Los guardias realizaban una inspección de rutina cuando dos atracadores (dos compinches les esperaban en sendos ciclomotores) entraron en el establecimiento situado en el número 49 de la plaza de las Moradas y les obligaron a tenderse en el suelo. Uno de ellos llevaba un revolver con el que encañonó a uno de los guardias, aunque el ladrón pensaba que era un cliente más del estanco. Posteriormente, se comprobó que se trataba de un arma falsa, de fogueo, pero los guardias de la agrupación de delitos fiscales aseguran que en ese momento creyeron que se trataba de un revólver de verdad.
Este punto es muy importante a la hora de explicar el suceso, ya que los guardias dispararon hasta en tres ocasiones a la salida del estanco y varias más durante la huida del atracador hasta que éste cayó abatido, unos 300 metros más allá del estanco, en la avenida de San Juan de la Cruz.
Además, fuentes policiales aseguran que el arma de fogueo había sido disparada en cuatro ocasiones. Este punto coincide con la versión ofrecida por los guardias, que aseguran que creían que el atracador les estaba disparando con balas de verdad y que hizo el gesto de disparar en repetidas ocasiones durante la persecución.
De hecho, el balazo que finalmente lo mató, entró por la frente cuando, según la versión policial, se daba a la fuga a bordo de un ciclomotor. La explicación oficial para esto es que recibió el balazo cuando estaba girado y apuntando con su arma de fogueo en dirección a sus perseguidores.
Repeler la agresión
El ministro del Interior, Ángel Acebes, sostuvo ayer que en el atraco, los agentes intervinieron para 'repeler' la agresión de los presuntos ladrones, que pusieron 'en peligro sus vidas', informa Efe. Acebes, que presentó ayer en Algeciras (Cádiz) el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), afirmó que ante la respuesta de los jóvenes atracadores, que recurrieron a la 'agresión' con el empleo de las armas que portaban -pistolas y navajas, dijo-, la Guardia Civil, que realizaba labores fiscales en el establecimiento cuando se produjo el atraco a mano armada, 'tuvo que emplear su armamento para repeler la agresión' porque ésta 'ponía en peligro sus vidas'.
Tras conocerse la muerte del joven atracador, la Fiscalía de Sevilla se ha puesto a trabajar en el homicidio. Según el fiscal jefe de Sevilla, el análisis forense debe de aclarar dos puntos clave para la investigación: la distancia desde la que se disparó contra el atracador y la trayectoria del tiro. Estos dos aspectos son fundamentales para avalar o desechar la hipótesis de la actuación policial en defensa de sus vidas.
Uno vecinos del barrio del Parque Amate y el propio padre del fallecido han llegado a asegurar que el joven fue rematado en el suelo con el disparo en la cabeza tras recibir el impacto en el muslo. Ninguna de las partes que están ahora investigando el suceso le dan mayor credibilidad a estas afirmaciones, pero el informe del forense es el que debe de aclarar cualquier duda al respecto.
Por el momento, algunos vecinos y testigos del suceso, ya se han puesto en contacto con la Fiscalía a la que han ofrecido tres casquillos y un trozo de bala, deformada tras incrustarse en una furgoneta, que aseguran que recogieron a escasos metros del estanco.
Altercados en las calles
Algunos de los vecinos de los barrios del Parque Amate, Los Pajaritos y La Candelaria insisten en sus críticas hacia la acción policial. A los altercados de ayer tras el suceso, en los que un coche camuflado del Cuerpo Nacional de Policía quedó gravemente dañado y volcado sobre la carretera y un agente fue herido de una patada en la ingle, le siguieron incidentes bastante más graves en la pasada madrugada.
Así, un camión de bomberos fue apedreado por una pandilla de jóvenes cuando se dirigía a apagar un fuego en un contenedor en la calle de Galaxia. A lo largo de la madrugada se sucedieron las llamadas al Parque de Bomberos de Sevilla para alertar sobre distintos fuegos. Los bomberos acudieron a estas llamadas escoltados por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local. Dentro de estos altercados también se registró el ataque de unos jóvenes contra una sucursal del Banco Santander Central Hispano en la calle de Gaviota, que, según fuentes policiales, acabó muy dañada.
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